Resucitó la Selección de la eliminatoria
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Martes 29 noviembre, 2022
Puedo sacar copia al 90% de las Notas escritas al final de los juegos de la segunda vuelta de la hexagonal eliminatoria mundialista de Concacaf y pegarla como análisis o comentario de lo sucedido en el juego del Mundial frente a Japón.
Es más, basta recordar los dos juegos ante Panamá, empate allá y triunfo acá, en situaciones casi idénticas a las que se dieron en el partido ante los nipones.
Lea más: "Nosotros nunca dejamos de creer", aseguró Keysher Fuller tras anotar el 1-0 ante Japón
Los fanáticos canaleros “no bajan”, ni asimilan, que Costa Rica les ganara cinco de seis puntos con un par de remates a marco en dos partidos. Siempre se creyeron más merecedores que los ticos para clasificar a Qatar y luego de la goleada que nos metió España, manifestaron que “a ellos”, el equipo de Luis Enrique no los hubiera goleado.
Pero, sí se presentó una diferencia a resaltar, de los juegos de la Tricolor en la hexagonal, con éste que se le ganó a Japón en el Mundial.
Se trató de que los nipones no exigieron a Keylor Navas ni lo convirtieron en el héroe del equipo costarricense, como sí lo obligaron a trabajos extras los seleccionados de Canadá, Estados Unidos, México y la propia Panamá en la eliminatoria.
Keylor solo tuvo una intervención determinante y fue el remate que le rechazó al goleador Takuma Asano en el cierre del juego, cuando Costa Rica ganaba 1-0.
Igual a lo sucedido en el amistoso con Corea del Sur, el peso del partido frente a Japón recayó en una retaguardia lideraba por un Francisco Calvo fenomenal, un Yeltsin Tejeda guerrero inclaudicable, una línea de cinco sólida, concentrada, ordenada, escalonada; una medular con Celso, Torres, Joel y hasta Contreras, que presionó, anticipó, metió pierna, corrió, lo que ayudó dramáticamente a mantener la puerta en blanco y que Navas no pasara mayores apuros en la portería.
Resumiendo: la Selección Nacional que derrotó 1-0 a Japón en el Mundial, fue la misma en su estilo de juego y carga de sufrimiento, a la que terminó invicta la segunda vuelta de la eliminatoria, con el juego de repechaje ante Nueva Zelanda como feria.
El triunfo, ayuda desde luego a aliviar las penas de lo sucedido frente a España y dejó abierta la posibilidad de seguir con vida en el Mundial, pero no borra media palabra de lo que hemos escrito, sobre la urgencia de que la organización de nuestro fútbol, viva una revolución que lo haga más ético y competitivo, exigencia que hoy clama también para su seleccionado la prensa deportiva mexicana.
gpandolfo@larepublica.net