Retos del cine nacional en Costa Rica: financiamiento, distribución y el impacto de la nueva ley

El cine costarricense ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, enfrentando retos históricos en cuanto a financiamiento, distribución y la creación de un marco legal adecuado.

Sin embargo, la reciente aprobación de la Ley de Cine y Audiovisual, aprobada el 13 de febrero de 2025, abre nuevas oportunidades para cineastas nacionales, aunque aún persisten desafíos importantes.

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“Hemos seguido de cerca el proceso de creación de la Ley de Cine, y sin duda, este es un gran avance para la industria, ya que establece un marco jurídico que reconoce al audiovisual como una actividad económica muy rentable”, dijo Hilda Hidalgo Xirinachs, Decana de la Facultad de Arte, Diseño y Comunicación Colectiva de la Universidad Latina.

La Ley de Cine, que reemplaza la normativa de 1977, introduce medidas clave como la declaración del cine como actividad de interés público, lo que proporciona un respaldo institucional crucial.

Además, fortalece el Fondo El Fauno, creado en 2017, que ha respaldado más de 30 producciones nacionales, y establece una cuota de equidad de género, garantizando que el 50% de los proyectos apoyados sean dirigidos por mujeres.

Sin embargo, a pesar de estos avances, el cine costarricense sigue enfrentando retos significativos, especialmente en términos de financiamiento y distribución.

“Lo que falta no es talento, lo que falta es dinero. El cine costarricense sigue siendo mayoritariamente subvencionado por el estado, lo que limita su autonomía y crecimiento”, comentó Johnny Corrales, directivo de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic).

Este panorama subraya la importancia de diversificar las fuentes de financiamiento, incluyendo la inversión extranjera y las coproducciones internacionales, para garantizar la sostenibilidad del sector.

Además, uno de los obstáculos más grandes sigue siendo la infraestructura insuficiente para la producción. A pesar de las bellas locaciones y la biodiversidad que Costa Rica ofrece, los productores nacionales deben lidiar con la falta de estudios de clase mundial, lo que obliga a muchas producciones extranjeras a completar sus procesos en otros países.

La Ley de Cine promete mejorar esta situación, apoyando las Film Friendly Zones en diversas regiones del país, lo que simplificará los trámites y reducirá los costos asociados a las producciones internacionales.

Esta iniciativa, junto con incentivos fiscales como devolver el IVA, "es la diferencia de tipo de impuesto entre el tax exemption y el tax rebate, esto es importante porque esa herramienta obliga al gasto para poder devolver el dinero cuando se han generado los encadenamientos productivos y es como se le pasa dinero al EL Fauno", agregó Corrales.

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“La ley de cine aprobada viene de alguna forma a regular el sector, es una deuda histórica y es parte de un proceso de tener leyes y reglamentos necesarios para poder fomentar esta industria audiovisual”, dijo Antonella Sudasassi, cineasta nominada a los premios Goya.

En este sentido, la creación de la Cinemateca Nacional es otro de los logros significativos de la ley, ya que se encargará de conservar y difundir el patrimonio cinematográfico costarricense, promoviendo la memoria histórica del país y el cine nacional ante un público más amplio.

“Personalmente, me interesa especialmente el potencial de la industria creativa para buscar financiamiento internacional y desarrollar proyectos de propiedad intelectual locales”, agregó Sudasassi.

Para que el cine costarricense crezca, será crucial firmar acuerdos bilaterales de coproducción con países clave, lo que facilitará la búsqueda de alianzas internacionales y contribuirá al fortalecimiento de la industria nacional.

Retos y potencial

Hilda Hidalgo, Decana de la Facultad de Arte, Diseño y Comunicación Colectiva

Universidad Latina de Costa Rica

“El mayor desafío para la industria nacional es la distribución”

El sector audiovisual ha demostrado su capacidad para atraer inversión extranjera, generar empleabilidad y fomentar encadenamientos productivos en diversos sectores, como transporte, hospedaje, alimentación, construcción, arte y comercio.

Además, ha posicionado el nombre de Costa Rica en los principales festivales y mercados del mundo.

El mayor desafío es la distribución. En un mercado relativamente pequeño, la única forma de recuperar la inversión de las producciones locales es trascender fronteras. No obstante, debido a que el sistema de exhibición ha estado monopolizado por la producción estadounidense durante décadas, las películas costarricenses enfrentan grandes dificultades para acceder a salas de cine y plataformas digitales, tanto dentro como fuera del país.

Este mismo obstáculo ha sido superado en otros países con estrategias estatales efectivas. Un ejemplo es Corea del Sur, donde la implementación de cuotas de pantalla para el cine nacional resultó en un crecimiento exponencial de la industria y en la consolidación de su cinematografía a nivel global.

Ana Muñoz, directora Académica Facultad de Imagen y Jurgen Ureña, Experto en Cine

Universidad Veritas

“Hay un talento excepcional en Costa Rica. El reto se ha afrontado siempre”

Costa Rica cuenta con un gran talento en producción audiovisual, además de una riqueza geográfica, natural y cultural que la hace atractiva para la industria. Sin embargo, atraer producciones extranjeras va más allá de contar con una ley; se requiere infraestructura, promoción y visibilización.

Existen antecedentes de normativas destinadas a fomentar la inversión en el sector, pero sin el impacto esperado. El talento está formado y especializado, pero sin una estrategia integral que incluya incentivos y apoyo estructural, el potencial sigue sin aprovecharse por completo.

En Costa Rica, la industria audiovisual ha demostrado su capacidad durante más de 40 años, participando en películas, series, documentales y comerciales internacionales. Desde El Dorado de Saura en los años 80 hasta la actualidad, el talento nacional ha trabajado en producciones de gran nivel.

A pesar de los retos económicos y la falta de incentivos, Costa Rica ha logrado presencia en Cannes y otros festivales de prestigio mundial sin depender de una ley. El desafío continúa, pero la industria sigue avanzando con compromiso y perseverancia.

Antonella Sudasassi, directora de cine

Nominada a los premios Goya

“La limitación de los presupuestos nos lleva a producir películas más pequeñas en comparación con la industria internacional”

Costa Rica tiene un gran potencial para atraer inversiones extranjeras, tanto en servicios como en producciones audiovisuales, debido a las atractivas locaciones y la alta capacitación técnica de nuestra industria. Sin embargo, los incentivos ofrecidos podrían mejorarse.

Es necesario contar con un fondo para coproducción minoritaria, que permita a las películas buscar más recursos en el exterior y seguir potenciando el crecimiento de las producciones locales. La limitación de los presupuestos nos lleva a producir películas más pequeñas en comparación con la industria internacional, lo que también reduce nuestro alcance en la distribución.

Los dos principales retos para hacer cine en Costa Rica son el financiamiento y la distribución. Primero, la falta de incentivos para la inversión privada dificulta poner en marcha los proyectos y buscar financiamiento en fondos nacionales o regionales. Segundo, la distribución es un panorama mucho más complejo. Esto incluye la formación de audiencias para nuestras películas, ya que el cine nacional e independiente recibe poca atención. Además, hay una falta de espacios en salas y fondos de distribución que promuevan nuestras películas en el ámbito internacional.

Alexandra Latishev, cineasta

Mejor Producción y Dirección en los Premios Nacionales de Cultura

“A nivel local, la difusión del cine costarricense es limitada”

Costa Rica tiene un gran potencial para atraer producciones internacionales, no solo por sus paisajes y locaciones, sino también por el talento humano. Esta combinación ha permitido desarrollar una infraestructura que facilita la realización de proyectos cinematográficos en el país.

Uno de los principales desafíos para el talento costarricense en la industria del cine es el financiamiento. Incluso con el apoyo del fondo El Fauno, los recursos disponibles no suelen ser suficientes para cubrir la producción completa de una película, lo que obliga a buscar coproducciones con otros países e inversión privada.

Otro reto importante es la distribución. A nivel local, la difusión del cine costarricense es limitada, y la formación en este campo sigue siendo escasa. Ampliar el acceso a programas de formación es clave para fortalecer la industria, y en este sentido, el nuevo proyecto de ley podría ser un paso significativo, ya que busca generar espacios educativos dentro de la Cinemateca y el Festival de Cine.

Johnny Corrales, directivo

Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic)

“Nuestra riqueza natural es nuestra mejor carta de presentación”

Costa Rica tiene un gran potencial para atraer producciones internacionales. PROCOMER destaca su talento humano, seguridad jurídica, dominio del inglés y facilidad para hacer negocios. A esto se suma su diversidad de locaciones. El país ofrece microclimas variados, desde bosques secos y húmedos hasta páramos, manglares y paisajes semidesérticos. Lo único que falta es la nieve, pero con la infraestructura adecuada, puede recrearse.

El siguiente paso es la instalación de estudios de clase A. Actualmente, las producciones graban en locaciones fuera de la GAM y finalizan en estudios en Estados Unidos. Si contáramos con esas instalaciones, podríamos completar proyectos íntegramente en Costa Rica.

Nuestra riqueza natural es nuestra mejor carta de presentación, lo que nos convierte en un destino atractivo para el nearshoring. Además, la infraestructura turística facilita la movilidad y el hospedaje en todo el país.