Riesgoso juego defensivo del ICE
Luis Valverde lvalverde@larepublica.net | Jueves 10 febrero, 2011
Plan enfatiza atrasar la competencia
Riesgoso juego defensivo del ICE
Empresa estatal enfrenta la lucha de su vida
La inminente llegada de nuevas operadoras de telefonía celular ha puesto al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) al borde de un despeñadero al cual deberá lanzarse.
En gran parte, depende de sí mismo que el parapente que carga sobre su espalda levante vuelo y surque los aires de la competencia en forma dinámica. Pero un mal paso al lanzarse o un error de planificación en su estrategia de vuelo, podrían terminar en una catástrofe para la entidad.
Actualmente, el Instituto viene trabajando en un plan de desarrollo de telecomunicaciones para los próximos cinco años; sin embargo, su estrategia se ha enfocado más en la defensa —dificultar el proceso de apertura celular— que en el ataque, sobre todo en cuanto a mejoras en infraestructura y equipo, así como fortalezas en mercadeo y servicio al cliente.
Mientras tanto, las nuevas operadoras —la mexicana Claro, y la española Movistar— están listas para incursionar en el mercado, sobre todo en el de telefonía celular, con toda la fuerza, a partir de este año.
Ambas cuentan con varias ventajas, incluidos amplios recursos financieros, así como una estructura corporativa que les permiten reaccionar rápidamente a los cambios en la demanda de parte de los usuarios.
Sin embargo, enfrentarán sus propios retos, incluida la necesidad de tener el acceso a una red de telecomunicaciones adecuada, a nivel nacional.
Actualmente, el ICE cuenta con alrededor de 2 millones de suscriptores del servicio de telefonía celular, y el mercado se duplicaría en los próximos cuatro o cinco años, opinan varios expertos.
En otros países, en los cuales el sector telecom se abrió a la competencia privada, el mercado se dividió entre las operadoras locales y las nuevas.
Suponiendo que el ICE no creciera en igual proporción que la competencia, la duda sería si podría conservar su participación en el mercado, o si pierde terreno, quizás hasta el punto de morir.
Pronosticar con certeza la suerte del sector telecom es difícil, dada la enorme cantidad de factores que inciden en ello; en este contexto, a continuación LA REPUBLICA analiza lo escenarios que actualmente parecen más probables.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
Riesgoso juego defensivo del ICE
Empresa estatal enfrenta la lucha de su vida
La inminente llegada de nuevas operadoras de telefonía celular ha puesto al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) al borde de un despeñadero al cual deberá lanzarse.
En gran parte, depende de sí mismo que el parapente que carga sobre su espalda levante vuelo y surque los aires de la competencia en forma dinámica. Pero un mal paso al lanzarse o un error de planificación en su estrategia de vuelo, podrían terminar en una catástrofe para la entidad.
Actualmente, el Instituto viene trabajando en un plan de desarrollo de telecomunicaciones para los próximos cinco años; sin embargo, su estrategia se ha enfocado más en la defensa —dificultar el proceso de apertura celular— que en el ataque, sobre todo en cuanto a mejoras en infraestructura y equipo, así como fortalezas en mercadeo y servicio al cliente.
Mientras tanto, las nuevas operadoras —la mexicana Claro, y la española Movistar— están listas para incursionar en el mercado, sobre todo en el de telefonía celular, con toda la fuerza, a partir de este año.
Ambas cuentan con varias ventajas, incluidos amplios recursos financieros, así como una estructura corporativa que les permiten reaccionar rápidamente a los cambios en la demanda de parte de los usuarios.
Sin embargo, enfrentarán sus propios retos, incluida la necesidad de tener el acceso a una red de telecomunicaciones adecuada, a nivel nacional.
Actualmente, el ICE cuenta con alrededor de 2 millones de suscriptores del servicio de telefonía celular, y el mercado se duplicaría en los próximos cuatro o cinco años, opinan varios expertos.
En otros países, en los cuales el sector telecom se abrió a la competencia privada, el mercado se dividió entre las operadoras locales y las nuevas.
Suponiendo que el ICE no creciera en igual proporción que la competencia, la duda sería si podría conservar su participación en el mercado, o si pierde terreno, quizás hasta el punto de morir.
Pronosticar con certeza la suerte del sector telecom es difícil, dada la enorme cantidad de factores que inciden en ello; en este contexto, a continuación LA REPUBLICA analiza lo escenarios que actualmente parecen más probables.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net