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Rodolfo Méndez ocupará la silla con mayor rotación del gobierno

Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 02 mayo, 2018




Rodolfo Méndez Mata se sentará en la silla con mayor rotación del gobierno a partir del 8 de mayo, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).

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Y es que en promedio, los ministros de esa cartera duran un año y medio en el cargo, la mayoría sin haber cumplido sus metas.

La presión por avanzar las obras de infraestructura con celeridad y en algunas ocasiones, los escándalos de corrupción, terminan por pasar la factura a los jerarcas, quienes tienen que dejar el cargo.

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Los cambios en la jefatura del MOPT tienen un alto costo de oportunidad en la ejecución de los grandes proyectos de infraestructura del país, ya que con cada jerarca, existe una visión diferente de la institución.

Asimismo, se da el caso que los procesos se detienen mientras se da una curva de aprendizaje, la cual resta competitividad al país.

En los últimos nueve años, los mandatarios nombraron siete jerarcas para atender el MOPT, lo cual demuestra que es una de las carteras más complejas del gobierno, no solo por la maraña institucional que acompaña al puesto, sino por las complicaciones generadas por los intereses económicos que rodean a los millonarios proyectos.

Méndez Mata, de 81 años, ocupará el puesto por tercera ocasión en su vida, ya que anteriormente estuvo en el cargo entre 1978 y 1980 y entre 1998 y 2000, durante las administraciones de los presidentes Rodrigo Carazo y Miguel Ángel Rodríguez.

El nuevo jerarca piensa que el MOPT debe ser remozado, ya que la institución ha perdido músculo y se “requieren revisar cuanto antes los procesos de ejecución de obras, y el mejoramiento de los servicios”.

El político, no obstante, reconoce que el MOPT es uno de los ministerios más complicados y que en cierta forma su edad sería un impedimento.

Y no es para menos, ya que en estos momentos Costa Rica ocupa el penúltimo lugar en cuanto al estado de las carreteras en Latinoamérica y el 123 en el mundo.

Costa Rica tiene aprobados más de $1.000 millones en préstamos para infraestructura que no se usan, mientras que grandes proyectos como la ruta 32, la ampliación de la ruta 27, la concesión de la ruta San José-San Ramón y la mejora de la carretera a Cartago están atrasados, entre otros planes.

Para el sector productivo, la cartera de infraestructura es fundamental en la competitividad del país y, por ello, pide al nuevo gobierno enderezar el camino, ya que la administración de Luis Guillermo Solís fue muy deficiente en esta área.

“Sigue habiendo un rezago enorme en infraestructura vial, que repercute de manera negativa en la competitividad y en la calidad de vida de las personas. El combate a la tramitomanía también es una herencia poco feliz. El mandatario Solís incumplió una de sus promesas de campaña, de cerrar el Conavi y también falló al incorporar a UNOPS en la ecuación”, dijo Jorge Arturo González, presidente de la Cámara de la Construcción.


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