Rotación de empleados pasa factura a compañías
| Martes 03 febrero, 2015
Rotación de empleados pasa factura a compañías
Disminuir personal trae consecuencias en los resultados
La masiva y constante rotación de personal en las empresas representa un golpe en los resultados finales de las compañías.
Las razones para despedir colaboradores son diversas, desde la reducción de la planilla para bajar costos, hasta el bajo desempeño.
El constante cambio de empleados representa un verdadero problema para la compañía, en cuanto a inversión de entrenamiento.
Si después de entrenar a un empleado, este es despedido en poco tiempo, es necesario iniciar un nuevo proceso de reclutamiento y entrenamiento.
“Los costos en tiempo y dinero en inducción pueden ser altos, sobre todo si se debe capacitar al personal fuera del país o que los capacitadores deban movilizarse a las oficinas para brindar la información básica para el desempeño de un puesto”, aseguró Laura Centeno, vocera de People Working Corp.
Este proceso resulta innecesario si se adopta una política de estabilidad laboral.
Una empresa no se puede dar el lujo de cambiar constantemente de personal. Además del costo de adiestramiento, los empleados nuevos, por su poco conocimiento de la empresa, sus políticas y procedimientos, tardan en adaptarse y lograr su máxima productividad, por lo que en todo ese tiempo la empresa estará perdiendo.
Por otra parte, cuando la empresa no ofrece estabilidad laboral a sus empleados, la motivación de estos no es la mejor, lo que influye en su desempeño.
Un empleado que está ante la constante incertidumbre de la posible e inminente desvinculación laboral, no podrá ofrecer el mejor rendimiento, siempre tendrá su mente ocupada en qué será el mañana, qué solución se dará a su posible despedida, descuidando así sus funciones en la empresa.
Es de gran importancia para las compañías desarrollar en sus empleados un sentido de pertenencia y lealtad para con su empresa, y eso no se consigue sin estabilidad laboral.
El empresario promedio desconoce que el éxito de su organización depende en gran medida de sus empleados. Son ellos los que a diario dedican su tiempo y esfuerzo para que la empresa cumpla con sus objetivos.
De los colaboradores depende que las cosas se hagan bien o mal.
Un trabajador tranquilo, feliz, es un empleado productivo, que ofrece rendimiento a su empresa, por tanto, esta ganará por partida doble: evita costos innecesarios por adiestramiento y logra la máxima productividad.
Fabiola Vargas
fvargas@larepublica.net
@FabiVSola