¿Sangre en la orina? ¡Cuidado! Podría ser síntoma de cáncer de vejiga: Mauricio Fernández, oncólogo
Experto fue panelista en congreso médico internacional organizado en Costa Rica por Asofarma
Andrei Siles asiles@larepublica.net | Miércoles 24 abril, 2024 05:00 a. m.
Una enfermedad oculta “de la que no se habla mucho” y que es comúnmente detectada en etapas tardías, pero existen algunos síntomas inequívocos como sangre en la orina, que, de ser abordados a tiempo, podría disminuirse su grado de afectación en el organismo.
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Se trata del cáncer de vejiga, enfermedad vinculada directamente a personas con hábitos de tabaquismo, así como exposición a algunos químicos, principalmente en lugares de trabajo, según detalla el Dr. Mauricio Fernández Lazzaro, oncólogo argentino invitado al congreso internacional Onco Life 2024, organizado recientemente en el país por la compañía Asofarma.
¿Cuáles son los síntomas que podrían generar alarma respecto de la aparición de esta enfermedad?
El principal síntoma es la pérdida de sangre en la orina, lo que llamamos ‘hematuria’, y esto puede darse de dos formas, de una manera microscópica, que es cuando la persona no percibe en la orina la pérdida de sangre y se observa en un examen de laboratorio.
La otra condición es la pérdida visible de orina, es lo que llamamos ‘hematuria macroscópica’, que es un signo muy llamativo, muy alarmante, y rápidamente la persona consulta, porque claramente que esto llama mucho la atención.
Esto es como eje central diagnóstico apenas comienza la enfermedad, pero eso a medida que avanza, la enfermedad va afectando la estructura de la vejiga generando síntomas locales como dificultad para orinar, trastornos al momento de evacuar inclusive, o síntomas relativos a la afectación de otros tejidos por diseminación de la enfermedad.
¿Qué factores están asociados a este padecimiento?
Las causas son múltiples, pero la más relevante para esta patología que es el tabaquismo, a tal punto que este factor de riesgo es el que representa más del 50% de su presencia. Después hay otras causas vinculadas a exposición a químicos en ambientes laborales.
¿Cuál es su diagnóstico?
El diagnóstico inicial habitualmente se hace con un examen complementario de laboratorio, donde se ve la pérdida de sangre en la orina. Posteriormente, estudios de imágenes, como una simple ecografía, puede demostrar la presencia de enfermedad dentro de la vejiga.
Lo que confirma el diagnóstico es un procedimiento que conocemos como cistoscopía, que es un estudio endoscópico donde ingresa la cavidad de la vejiga y en el que se evidencia la lesión, a través de la toma de una muestra que es analizada microscópicamente para generar el diagnóstico definitivo de esta enfermedad.
¿Cómo se puede prevenir este tipo de cáncer?
La realidad es que no hay estrategias de prevención como tal. No existen estrategias de detección precoz, por ejemplo, como en otras patologías como cáncer de mama o de próstata. Una vez que la enfermedad ya está presente, lo importante es disminuir el impacto posterior que podría tener.
El tratamiento es acorde al estadio de su enfermedad. Si está localizado podemos utilizar radioterapia en combinación con quimioterapia para reducir el tamaño del tumor y después llevar al paciente a una cirugía para una resección de esa vejiga.
Cuando la enfermedad es avanzada, obviamente utilizamos terapias sistémicas, quimioterapia y nuevos medicamentos de los que hoy disponemos para afrontar esta patología.
¿Hay posibilidades de supervivencia?
En octubre del año pasado cambió la historia en esta patología, porque apareció una nueva estrategia terapéutica que desplazó lo que veníamos haciendo hace más de 45 años, y esto fue un cambio en los hitos del manejo del cáncer urotelial.
Pacientes para quienes, previamente, su pronóstico era muy adverso, hoy tienen oportunidad de control de la enfermedad; los resultados que hemos visto en base a nuevas técnicas de tratamiento son realmente increíbles y van a cambiar el destino para los pacientes, a pesar de ser una enfermedad incurable en estadios avanzados.
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