Saprissa buscará remontada histórica

Esta noche se juega en La Cueva, el partido de vuelta de la final de la segunda fase del Apertura.

Herediano visita al Saprissa con cómoda ventaja de 3-0, resultado del partido de ida.

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Después de que el Monstruo despachó a San Carlos con un global de 4-2, el Team derrotó a la Liga 2-0 en el juego de ida en el estadio Carlos Alvarado de Santa Bárbara. En la vuelta, en el Morera Soto, en un partido repleto de acciones contrarias al buen fútbol, los enconados rivales empataron 2-2, pasando el Herediano a la final.

Entonces, en la semifinal, el Herediano llegó a Alajuela con ventaja de 2-0 y esta noche aterriza en Tibás con ventaja 3-0.

Para sostener ese 2-0 de la ida, Jafet Soto planificó para la vuelta un partido donde fue prioritaria la pérdida de tiempo. Herediano perdió todo el tiempo que el reglamento permite, contabilizado en informaciones periodísticas y le cortó el ritmo al partido, básicamente fingiendo lesiones y retrasando las acciones de saques de puerta y de banda.

Alajuelense perdió la cabeza, cayó en la trampa del rival, respondió las agresiones físicas con igual o superior agresividad y su técnico Alexandre Guimarães, desconectado de la realidad, justificó la eliminación de su equipo con argumentos desconcertantes en la conferencia de prensa final.

Con este fresco antecedente, nace la interrogante de cómo planificará Jafeth el partido de hoy con Saprissa. ¿Utilizará los mismos argumentos y artimañas legales para sostener la ventaja puestos en escena en La Catedral o el Team se dedicará a jugar fútbol, que por cierto lo está haciendo y muy bien contra el campeón nacional?

Sin querer justificar en absoluto las manifestaciones de Guimarães, tenemos que valorar qué en la final del fútbol mexicano entre América y Monterrey, las Águilas, que conquistaron el tricampeonato, ganaron la ida jugada en Puebla 2-1. En la vuelta, en el Gigante de Acero, tomaron ventaja 1-0, escenario ideal y casi idéntico al del Herediano frente a la Liga, para perder tiempo deliberadamente y sacar de quicio a los rayados. ¡Nada que ver!

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América no perdió un solo minuto de juego, atacó y defendió la ventaja a puro fútbol. Monterrey les empató 1-1 en una final de infarto y no vimos un solo futbolista de las Águilas, desplomarse en el césped para perder tiempo.

El fútbol, como disciplina da lecciones y esta del América, es una que los técnicos nacionales deberían de aprender.

gpandolfo@larepublica.net