Saprissa tiene que ​atacar

El Pachuca es hoy uno de los mejores equipos de la liga mexicana; su tercer lugar en la clasificación general lo demuestra y su reciente victoria por la mínima contra los Tigres campeones, lo reafirma.

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Repleto de estrellas, sobresalen en el equipo que dirige con éxito el charrúa Diego Alonso, el legendario portero Óscar “Conejo” Pérez, que ha vestido muchos uniformes; en la cintura Jonathan Urretaviscaya y Erick Gutiérrez y el binomio de ataque formado por el mejor delantero del fútbol mexicano de la actualidad, Hirvin Lozano y el argentino Franco Jara, autor del gol  que liquidó a los Tigres la semana anterior, pareja letal que si viene completa al duelo contra el Monstruo, dará dolores de cabeza a la zaga local.
Pero, como todos los equipos del mundo, el Pachuca tiene su talón de Aquiles, su punto más débil o el menos fuerte para no citar debilidades y sentimos que se focaliza en su par de defensores centrales, el “estadounidense” Omar González, al que Joel Campbell descuartizó en el último juego con Estados Unidos, rompiéndole la cintura en mil pedazos en los dos últimos goles de la Tricolor, y el colombiano Óscar Murillo, un central común y silvestre.
Si el Pachuca viene completo, hay que admirar el fútbol de su mediocampo con los citados Urretaviscaya, uruguayo, y Gutiérrez, zona que completan usualmente Jorge Daniel Hernández y Víctor Guzmán, a los que se suman en ataque los marcadores laterales, Raúl López por derecha y Emmanuel García en el otro sector, pero es por el centro de su retaguardia que los pupilos de Carlos Watson pueden hallar petróleo la noche de martes en Tibás.

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Lástima que el Saprissa perdió poder ofensivo al no contar para este compromiso con Rolando Blackburn y Álvaro Saborío y Fabrizzio Ronchetti que es duda. Con la artillería completa o posibilidades de variantes, el Monstruo pudo hacer mucho daño en el centro de su ataque, aprovechando las facilidades que dan Murillo y González.
Esa tarea le tocará construirla al binomio de Daniel Colindres y Anllel Porras que será probablemente la pareja de ataque morado, empujados por Marvin Angulo, Ulises Segura y Mariano Torres.
Con las dos formaciones completas, habría sido excitante prepararse para el duelo entre Saborío, Ronchetti, Blackburn y Colindres, contra los dos centrales de los Tuzos, pero al limitarse la artillería morada, puede que esa debilidad de los “pachucos” no quede expuesta.
El Deportivo Saprissa no puede especular; hay que vencer en Tibás y con solvencia, misión bien complicada para no tener que ir a enterrar esperanzas e ilusiones en los coliseos mexicanos, tumbas de los grandes clubes costarricenses en esta liga de campeones del área, en la que con escasas excepciones, los equipos costarricenses pegan con techo a la hora de medirse a los grandes de la liga mexicana.