"Seguridad y Salud no hacen lo que les toca"
Ernesto Villalobos evillalobos@larepublica.net | Miércoles 28 septiembre, 2011
Ventas callejeras disfrazan delitos
“Seguridad y Salud no hacen lo que les toca”
Número de efectivos debería aumentar un 400% para garantizar que no haya vendedores ambulantes
Además de afirmar que el Ministerio de Seguridad Pública y el de Salud dejaron a la Municipalidad de San José como único responsable de controlar las ventas ilegales, el director de Seguridad y Policía Municipal, Marcelo Solano, aceptó que estas son un negocio enorme, y que la solución está cada vez más lejos.
En San José hay 2 mil vendedores ambulantes transando ilegalmente unos ¢600 millones por mes, ¿qué se está haciendo al respecto?
Hay que reconocer que el asunto de las ventas informales, se nos fue de las manos. Nosotros tenemos un plan funcionando, pero no es suficiente.
¿En qué consiste ese plan?
Mantenemos efectivos municipales sobre las dos arterias principales de flujo peatonal (bulevares de avenida central y cuarta), con lo cual procuramos empujarlos hacia las calles y avenidas aledañas, donde hacemos decomisos.
¿Si se sabe que no es suficiente, por qué no se hace más?
Porque los recursos no nos dejan. Contamos con 600 efectivos municipales para atender a 1 millón de personas, en los cuatro distritos que conforman el Cantón Central. Según el análisis que hizo hace 15 días el Ayuntamiento de Madrid, necesitamos unos 1.500 policías para atender eso.
¿Y cuándo se va a llegar a esa cifra?
Nunca; por una parte los presupuestos disminuyen y por otra las necesidades aumentan. Por ejemplo, en 2012 vamos a trabajar con el presupuesto de 2008.
Permitir la comisión de un delito es muy grave, ¿quién es responsable por este?
Hay muchos responsables, pero solo se señala a la Municipalidad. Lo que no se dice es que los ministerios de Seguridad y Salud, le han vuelto la espalda a esa realidad.
¿A esas instancias, qué les toca?
A Seguridad, ni más ni menos que impedir la receptación de objetos robados que llevan a cabo muchos de los ambulantes, y a Salud, restringir la venta de alimentos frescos y cocinados. Y a esas se podrían sumar más responsabilidades…
¿Cuáles?
Bueno, por ejemplo la que esperamos asuma la Policía Fiscal ante el trasiego de cantidades enormes de bienes que no declaran impuestos y contravienen los controles de aduanas, y Tributación Directa, ante una evidente evasión fiscal.
También el PANI, porque hay niños trabajando, el CONAPAM, por los adultos mayores que piden y venden, y Migración, porque hemos detectado vendedores de hasta cinco nacionalidades distintas.
¿Hasta dónde han llevado ustedes esas gestiones, para que Salud o Seguridad hagan lo que les toca?
Hasta los niveles más altos. Se ha hablado con los jerarcas.
¿Y las respuestas de parte de ellos?
Les hemos pedido que nos ayuden a mantenerlos fuera de los bulevares, pero lo que han contestado es que “si se toca a los ambulantes, podría despertarse a un elefante dormido”.
¿A qué se refieren con eso?
No estoy seguro, pero quizá no se dan cuenta de que en las calles de la capital, ya camina un elefante, pero es negro; por la corrupción que arrastra. En San José los únicos que intentamos controlar en alguna forma las ventas ilegales somos los policías municipales.
¿Qué es lo que dice la ley?
La ley es clara. La Fuerza Pública, Salubridad y todas las demás instancias deben garantizar la tranquilidad, legitimidad y limpieza de lo que suceda en las calles.
¿Han tratado de que se les colabore en otras áreas, por ejemplo con ese impulso tecnologizador que propone el Ministro Zamora?
Esa tecnología para vigilancia que aspira a tener don Mario Zamora, ya nosotros la tenemos funcionando. Nuestro sistema de monitoreo no solo nos ha permitido mejorar la acción con tan pocos efectivos, sino incluso vender un servicio de respuesta policial ante asaltos o robos en viviendas del casco urbano. Lo único que necesitamos es que cada quien haga lo que le toca.
O sea, ¿en 20 años de “combatir” las ambulantes no se ha avanzado?
Tampoco podemos decir eso. Hoy estamos haciendo al menos 2 mil decomisos más por mes, que hace un año, y con menos personal; también hemos sacado unos 300 mil discos ilegales de las calles. Pero como dije, falta mucho por hacer.
¿Cuáles áreas afecta más la falta de personal?
Sobre todo el área comercial y lo turístico. La policía municipal dedica el 60% de su tiempo a las ventas ambulantes, y el 40% al resto de sus obligaciones. Si ese porcentaje se pudiera invertir, respaldaríamos proyectos muy buenos.
¿A qué se refiere?
Hace un año, por ejemplo, los comerciantes del bulevar central nos pidieron que garantizáramos la seguridad al menos hasta las 9 p.m., para ellos poder mantener sus tiendas abiertas y tuvimos que decirles que no.
Para subsanar esas carencias, ¿se ha valorado negociar con los ambulantes?
No. La negociación con ellos no es una opción. Estamos hablando de un grupo de personas totalmente heterogéneo, y eso imposibilita aplicar los mismos parámetros.
¿A qué se refiere con heterogéneo?
Digo que de los 2 mil vendedores ilegales, solamente una pequeña porción vive en pobreza extrema, o sin empleo. La gran mayoría responde a los intereses de las redes de delincuencia que les ofrecen esos trabajos y la mercadería para su venta.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net
“Seguridad y Salud no hacen lo que les toca”
Número de efectivos debería aumentar un 400% para garantizar que no haya vendedores ambulantes
Además de afirmar que el Ministerio de Seguridad Pública y el de Salud dejaron a la Municipalidad de San José como único responsable de controlar las ventas ilegales, el director de Seguridad y Policía Municipal, Marcelo Solano, aceptó que estas son un negocio enorme, y que la solución está cada vez más lejos.
En San José hay 2 mil vendedores ambulantes transando ilegalmente unos ¢600 millones por mes, ¿qué se está haciendo al respecto?
Hay que reconocer que el asunto de las ventas informales, se nos fue de las manos. Nosotros tenemos un plan funcionando, pero no es suficiente.
¿En qué consiste ese plan?
Mantenemos efectivos municipales sobre las dos arterias principales de flujo peatonal (bulevares de avenida central y cuarta), con lo cual procuramos empujarlos hacia las calles y avenidas aledañas, donde hacemos decomisos.
¿Si se sabe que no es suficiente, por qué no se hace más?
Porque los recursos no nos dejan. Contamos con 600 efectivos municipales para atender a 1 millón de personas, en los cuatro distritos que conforman el Cantón Central. Según el análisis que hizo hace 15 días el Ayuntamiento de Madrid, necesitamos unos 1.500 policías para atender eso.
¿Y cuándo se va a llegar a esa cifra?
Nunca; por una parte los presupuestos disminuyen y por otra las necesidades aumentan. Por ejemplo, en 2012 vamos a trabajar con el presupuesto de 2008.
Permitir la comisión de un delito es muy grave, ¿quién es responsable por este?
Hay muchos responsables, pero solo se señala a la Municipalidad. Lo que no se dice es que los ministerios de Seguridad y Salud, le han vuelto la espalda a esa realidad.
¿A esas instancias, qué les toca?
A Seguridad, ni más ni menos que impedir la receptación de objetos robados que llevan a cabo muchos de los ambulantes, y a Salud, restringir la venta de alimentos frescos y cocinados. Y a esas se podrían sumar más responsabilidades…
¿Cuáles?
Bueno, por ejemplo la que esperamos asuma la Policía Fiscal ante el trasiego de cantidades enormes de bienes que no declaran impuestos y contravienen los controles de aduanas, y Tributación Directa, ante una evidente evasión fiscal.
También el PANI, porque hay niños trabajando, el CONAPAM, por los adultos mayores que piden y venden, y Migración, porque hemos detectado vendedores de hasta cinco nacionalidades distintas.
¿Hasta dónde han llevado ustedes esas gestiones, para que Salud o Seguridad hagan lo que les toca?
Hasta los niveles más altos. Se ha hablado con los jerarcas.
¿Y las respuestas de parte de ellos?
Les hemos pedido que nos ayuden a mantenerlos fuera de los bulevares, pero lo que han contestado es que “si se toca a los ambulantes, podría despertarse a un elefante dormido”.
¿A qué se refieren con eso?
No estoy seguro, pero quizá no se dan cuenta de que en las calles de la capital, ya camina un elefante, pero es negro; por la corrupción que arrastra. En San José los únicos que intentamos controlar en alguna forma las ventas ilegales somos los policías municipales.
¿Qué es lo que dice la ley?
La ley es clara. La Fuerza Pública, Salubridad y todas las demás instancias deben garantizar la tranquilidad, legitimidad y limpieza de lo que suceda en las calles.
¿Han tratado de que se les colabore en otras áreas, por ejemplo con ese impulso tecnologizador que propone el Ministro Zamora?
Esa tecnología para vigilancia que aspira a tener don Mario Zamora, ya nosotros la tenemos funcionando. Nuestro sistema de monitoreo no solo nos ha permitido mejorar la acción con tan pocos efectivos, sino incluso vender un servicio de respuesta policial ante asaltos o robos en viviendas del casco urbano. Lo único que necesitamos es que cada quien haga lo que le toca.
O sea, ¿en 20 años de “combatir” las ambulantes no se ha avanzado?
Tampoco podemos decir eso. Hoy estamos haciendo al menos 2 mil decomisos más por mes, que hace un año, y con menos personal; también hemos sacado unos 300 mil discos ilegales de las calles. Pero como dije, falta mucho por hacer.
¿Cuáles áreas afecta más la falta de personal?
Sobre todo el área comercial y lo turístico. La policía municipal dedica el 60% de su tiempo a las ventas ambulantes, y el 40% al resto de sus obligaciones. Si ese porcentaje se pudiera invertir, respaldaríamos proyectos muy buenos.
¿A qué se refiere?
Hace un año, por ejemplo, los comerciantes del bulevar central nos pidieron que garantizáramos la seguridad al menos hasta las 9 p.m., para ellos poder mantener sus tiendas abiertas y tuvimos que decirles que no.
Para subsanar esas carencias, ¿se ha valorado negociar con los ambulantes?
No. La negociación con ellos no es una opción. Estamos hablando de un grupo de personas totalmente heterogéneo, y eso imposibilita aplicar los mismos parámetros.
¿A qué se refiere con heterogéneo?
Digo que de los 2 mil vendedores ilegales, solamente una pequeña porción vive en pobreza extrema, o sin empleo. La gran mayoría responde a los intereses de las redes de delincuencia que les ofrecen esos trabajos y la mercadería para su venta.
Ernesto Villalobos
evillalobos@larepublica.net