Seguro universal para agricultores mordidos por serpientes propone José María Villalta
Jeffry Garza jeffrygarza.asesor@larepublica.net | Martes 01 diciembre, 2020 07:40 a. m.
Un proyecto de ley para garantizar acceso universal al seguro de riesgo de trabajo a los agricultores mordidos por serpientes, es la propuesta de José María Villalta, legislador del Frente Amplio.
La iniciativa agrega un nuevo artículo al Código de Trabajo para ampliar la cobertura del Seguro de Riesgos de trabajo a “las personas trabajadoras agrícolas independientes que no se encuentren aseguradas, cuando en el ejercicio de las labores agrícolas sufran de envenenamiento por mordedura de serpiente.”
El proyecto autoriza al Instituto Nacional de Seguros a cubrir su costo con recursos de la reserva de reparto del seguro de riesgos del trabajo.
Esta reserva precisamente está destinada a incorporar mejoras al régimen en beneficio de las personas trabajadoras, según el Código de Trabajo.
“La elaboración del proyecto fue un trabajo conjunto con el Instituto Clodomiro Picado que identificó este grave problema. Esperamos contar con el apoyo de las distintas fracciones legislativas para lograr su pronta aprobación”, afirmó el diputado.
En Costa Rica, ocurren alrededor de 600 casos de mordeduras de serpiente cada año.
Las personas afectadas son principalmente trabajadores agrícolas menores de 35 años (47% del total de casos) en condiciones de pobreza y con mayor probabilidad en las provincias de Puntarenas, Limón, Alajuela y Cartago.
Lea más: Instituto Clodomiro Picado advierte de ineficacia de antiveneno contra terciopelo
Además, los casos más vulnerables son los de trabajadores no asegurados, determinó la investigación “La vulnerabilidad de los trabajadores agrícolas ante la mordedura de serpiente” realizada por Jazmín Arias, del Instituto Clodomiro Picado.
Aunque todas estas personas reciben tratamientos de emergencia para salvar su vida, el problema se presenta cuando sufren una incapacidad temporal o permanente como consecuencia de la mordedura.
“Dado que estas personas se dedican al trabajo manual, las secuelas de una mordedura afectan directamente su estabilidad económica”, finalizó Villalta.
