"Seis meses son suficientes para una precampaña"
Natasha Cambronero redaccion@larepublica.net | Jueves 30 agosto, 2012
Adelanto de convención del PLN no afectaría eventual precandidatura de Figueres
“Seis meses son suficientes para una precampaña”
Pasar de un régimen presidencial a uno parlamentario, es una idea que lo seduce
Hasta principios de noviembre el expresidente José María Figueres dará a conocer sus eventuales intenciones de luchar por la reelección en 2014. Seis meses antes de la convención interna de Liberación Nacional.
Pese al poco tiempo que falta y la abierta campaña que realizan sus virtuales rivales, el exmandatario cree que medio año es un periodo “más que suficiente para realizar una precampaña electoral” exitosa.
En Costa Rica permanecerá hasta hoy, aunque contempla instalarse en el país y desde aquí cumplir con sus obligaciones en el exterior.
¿Por qué tanto misterio en torno a su eventual candidatura?
No quiero distraer la atención nacional. Quiero darle un segundo tiempo al gobierno, tengo la responsabilidad de darle más espacio a la Vía Costarricense, y tengo compromisos internacionales que me tienen ocupado. Me parece más prudente y respetuoso sostener estas cosas de la política electoral.
¿Seis meses son suficientes?
Seis meses son más que suficientes para una precampaña electoral. Más bien, quisiera que esos procesos fueran más cortos, en Europa duran dos o tres meses.
Quiere darle espacio al gobierno, pero su presencia desvía la atención. ¿Cuál es la diferencia entre lo que hacen Rodrigo Arias y Johnny Araya, abiertos precandidatos, y lo que usted hace?
Entiendo que quieran ser presidentes, aunque me parece que han arrancado con la precampaña antes de lo que hubiera sido conveniente para el país. Ellos quieren ser presidentes, yo quiero cambiar el país.
¿Se puede hacer el cambio sin ser presidente?
Cada cosa en su tiempo y en su lugar. Discutamos los problemas que están sobre la mesa ahora y no pensemos en el próximo gobierno.
¿José María Figueres tiene las soluciones que requiere el país?
Tiene una experiencia internacional importante que le permite de alguna manera entender por donde va el mundo. Tiene por otro lado la experiencia de haber pasado por un gobierno, saber cómo es eso y por lo tanto poder juntar las oportunidades que ve en el mundo internacional con las opciones de que hagamos cosas en Costa Rica. Es una persona de trabajar en equipo y tomar decisiones. Si una cosa he cambiado en estos años es que me he vuelto menos tolerante con el palanganeo, en la vida hay que tomar decisiones; si uno se equivoca, debe saber también rectificar.
¿Solo usted reúne esas cualidades?
Hay gente preparada en diferentes áreas de desarrollo en diferentes partidos.
¿Sería un error ignorar a Figueres?
No voy a decir que sería un error, jamás. Con independencia del proceso de 2014, como costarricense, como amante de este país y como expresidente siento la responsabilidad de aportar mi granito de arena y lo haré desde cualquier trinchera.
Costa Rica en los últimos 20 años ha cambiado mucho, ¿merece la Costa Rica de hoy el presidente de hace 20 años?
En cualquier momento de su historia merece la mejor opción. Yo no soy quién para decir quién es la mejor opción, eso lo sabrán discernir las y los costarricenses en las urnas, que para eso ya tienen mucha experiencia.
¿Hay carencia de líderes en el país?
El país tiene todo lo que necesita para ser exitoso, todo el mundo afuera habla bien de Costa Rica. El o la costarricense son por lo general personas educadas en las cuales el país ha hecho una gran inversión.
¿Pero carecemos de líderes?
No, no carecemos, sobre todo en las nuevas generaciones.
¿Son líderes que tienen capacidad para gobernar?
Siempre le voy a agradecer a don Oscar Arias que me haya nombrado su ministro de Agricultura con 33 años. Cuando recuerdo mi paso por el MAG me confirmo que hay que confiar en las nuevas generaciones, estoy convencido de que hay que darles oportunidades.
Usted ha hablado de una “coalición a la tica”, ¿cómo funciona?
Los partidos deben sentarse a conversar con los otros partidos, pero no una conversación sorda, sino una en la que exploremos cuál es el espacio que debemos coincidir.
¿Es conveniente para el país un tercer gobierno verdiblanco?
Soy liberacionista y quiero pensar que como partido político, presentamos las mejores opciones de desarrollo. Pero también mi condición de expresidente y estudioso del desarrollo en muchas partes del mundo, me hace decir que lo que le conviene a Costa Rica en el próximo gobierno es un conjunto de las mejores ideas y las mejores personas para ejecutarlas, estén donde estén.
¿Pero es conveniente?
Habrá que ver sus resultados.
¿Ventajas y desventajas de parecerse a su padre?
Ventajas: hay un sector de los costarricenses que recuerda a don Pepe de una manera muy viva y tangible. En ese sector en alguna manera, nuestro parecido físico les evoca el recuerdo de don Pepe, para aquellos que lo quisieron hay una predisposición de recibirme bien. Desventajas: el otro lado de la moneda, la gente que nunca estuvo con don Pepe casi que en automático me ve con los mismos ojos, me abriga con los mismos sentimientos y me ve con recelo.
¿Evocar a don Pepe es una estrategia para obtener réditos políticos?
No es una cosa de ahora, es una cosa de toda la vida; esas cosas no se aprenden, no se pueden impostar.
De las obras de su padre, ¿cuáles reviviría?
Siempre hizo un esfuerzo por buscar un camino a la tica, cruzar las barreras ideológicas y percatarse de cuáles cosas eran beneficiosas para el país, sin importar quien las haya impulsado.
¿Se necesita variar el régimen presidencialista?
Después de más 60 años de democracia y un régimen presidencialista, a Costa Rica le convendría cambiar por uno parlamentario, pues oxigenaría el sistema político y le daría la oportunidad al gobierno de ir a defender sus planteamientos en el Congreso cada semana, pero además, modificaría la forma en que elegiríamos a los diputados.
¿Debe ser una prioridad?
Es una idea que me atrae, pero que necesitaría estudiar a fondo. Debemos tener a la vez políticas de Estado y políticas de gobierno.
Vivió en Europa y conoce sus problemas económicos, ¿va el país hacia el mismo despeñadero?
Por ningún lado veo eso, seguimos teniendo oportunidades, pero hay que tener claridad en lo que se quiere hacer y tomar las decisiones.
¿Cómo va su agenda internacional?
Está concentrada en mi labor en Carbon War Room y otras organizaciones de desarrollo. Sigo estudiando lo que pasa en el mundo energético, sigo teniendo una agenda internacional muy comprometida que me permite aprender mucho y ver muchas cosas que se pueden tropicalizar en Costa Rica.
¿Es una agenda que eventualmente se puede realizar desde Costa Rica, sin necesidad de viajar constantemente?
Es una agenda que me tiene viajando muchísimo y para la cual mi base eventualmente puede ser Costa Rica.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net
“Seis meses son suficientes para una precampaña”
Pasar de un régimen presidencial a uno parlamentario, es una idea que lo seduce
Hasta principios de noviembre el expresidente José María Figueres dará a conocer sus eventuales intenciones de luchar por la reelección en 2014. Seis meses antes de la convención interna de Liberación Nacional.
Pese al poco tiempo que falta y la abierta campaña que realizan sus virtuales rivales, el exmandatario cree que medio año es un periodo “más que suficiente para realizar una precampaña electoral” exitosa.
En Costa Rica permanecerá hasta hoy, aunque contempla instalarse en el país y desde aquí cumplir con sus obligaciones en el exterior.
¿Por qué tanto misterio en torno a su eventual candidatura?
No quiero distraer la atención nacional. Quiero darle un segundo tiempo al gobierno, tengo la responsabilidad de darle más espacio a la Vía Costarricense, y tengo compromisos internacionales que me tienen ocupado. Me parece más prudente y respetuoso sostener estas cosas de la política electoral.
¿Seis meses son suficientes?
Seis meses son más que suficientes para una precampaña electoral. Más bien, quisiera que esos procesos fueran más cortos, en Europa duran dos o tres meses.
Quiere darle espacio al gobierno, pero su presencia desvía la atención. ¿Cuál es la diferencia entre lo que hacen Rodrigo Arias y Johnny Araya, abiertos precandidatos, y lo que usted hace?
Entiendo que quieran ser presidentes, aunque me parece que han arrancado con la precampaña antes de lo que hubiera sido conveniente para el país. Ellos quieren ser presidentes, yo quiero cambiar el país.
¿Se puede hacer el cambio sin ser presidente?
Cada cosa en su tiempo y en su lugar. Discutamos los problemas que están sobre la mesa ahora y no pensemos en el próximo gobierno.
¿José María Figueres tiene las soluciones que requiere el país?
Tiene una experiencia internacional importante que le permite de alguna manera entender por donde va el mundo. Tiene por otro lado la experiencia de haber pasado por un gobierno, saber cómo es eso y por lo tanto poder juntar las oportunidades que ve en el mundo internacional con las opciones de que hagamos cosas en Costa Rica. Es una persona de trabajar en equipo y tomar decisiones. Si una cosa he cambiado en estos años es que me he vuelto menos tolerante con el palanganeo, en la vida hay que tomar decisiones; si uno se equivoca, debe saber también rectificar.
¿Solo usted reúne esas cualidades?
Hay gente preparada en diferentes áreas de desarrollo en diferentes partidos.
¿Sería un error ignorar a Figueres?
No voy a decir que sería un error, jamás. Con independencia del proceso de 2014, como costarricense, como amante de este país y como expresidente siento la responsabilidad de aportar mi granito de arena y lo haré desde cualquier trinchera.
Costa Rica en los últimos 20 años ha cambiado mucho, ¿merece la Costa Rica de hoy el presidente de hace 20 años?
En cualquier momento de su historia merece la mejor opción. Yo no soy quién para decir quién es la mejor opción, eso lo sabrán discernir las y los costarricenses en las urnas, que para eso ya tienen mucha experiencia.
¿Hay carencia de líderes en el país?
El país tiene todo lo que necesita para ser exitoso, todo el mundo afuera habla bien de Costa Rica. El o la costarricense son por lo general personas educadas en las cuales el país ha hecho una gran inversión.
¿Pero carecemos de líderes?
No, no carecemos, sobre todo en las nuevas generaciones.
¿Son líderes que tienen capacidad para gobernar?
Siempre le voy a agradecer a don Oscar Arias que me haya nombrado su ministro de Agricultura con 33 años. Cuando recuerdo mi paso por el MAG me confirmo que hay que confiar en las nuevas generaciones, estoy convencido de que hay que darles oportunidades.
Usted ha hablado de una “coalición a la tica”, ¿cómo funciona?
Los partidos deben sentarse a conversar con los otros partidos, pero no una conversación sorda, sino una en la que exploremos cuál es el espacio que debemos coincidir.
¿Es conveniente para el país un tercer gobierno verdiblanco?
Soy liberacionista y quiero pensar que como partido político, presentamos las mejores opciones de desarrollo. Pero también mi condición de expresidente y estudioso del desarrollo en muchas partes del mundo, me hace decir que lo que le conviene a Costa Rica en el próximo gobierno es un conjunto de las mejores ideas y las mejores personas para ejecutarlas, estén donde estén.
¿Pero es conveniente?
Habrá que ver sus resultados.
¿Ventajas y desventajas de parecerse a su padre?
Ventajas: hay un sector de los costarricenses que recuerda a don Pepe de una manera muy viva y tangible. En ese sector en alguna manera, nuestro parecido físico les evoca el recuerdo de don Pepe, para aquellos que lo quisieron hay una predisposición de recibirme bien. Desventajas: el otro lado de la moneda, la gente que nunca estuvo con don Pepe casi que en automático me ve con los mismos ojos, me abriga con los mismos sentimientos y me ve con recelo.
¿Evocar a don Pepe es una estrategia para obtener réditos políticos?
No es una cosa de ahora, es una cosa de toda la vida; esas cosas no se aprenden, no se pueden impostar.
De las obras de su padre, ¿cuáles reviviría?
Siempre hizo un esfuerzo por buscar un camino a la tica, cruzar las barreras ideológicas y percatarse de cuáles cosas eran beneficiosas para el país, sin importar quien las haya impulsado.
¿Se necesita variar el régimen presidencialista?
Después de más 60 años de democracia y un régimen presidencialista, a Costa Rica le convendría cambiar por uno parlamentario, pues oxigenaría el sistema político y le daría la oportunidad al gobierno de ir a defender sus planteamientos en el Congreso cada semana, pero además, modificaría la forma en que elegiríamos a los diputados.
¿Debe ser una prioridad?
Es una idea que me atrae, pero que necesitaría estudiar a fondo. Debemos tener a la vez políticas de Estado y políticas de gobierno.
Vivió en Europa y conoce sus problemas económicos, ¿va el país hacia el mismo despeñadero?
Por ningún lado veo eso, seguimos teniendo oportunidades, pero hay que tener claridad en lo que se quiere hacer y tomar las decisiones.
¿Cómo va su agenda internacional?
Está concentrada en mi labor en Carbon War Room y otras organizaciones de desarrollo. Sigo estudiando lo que pasa en el mundo energético, sigo teniendo una agenda internacional muy comprometida que me permite aprender mucho y ver muchas cosas que se pueden tropicalizar en Costa Rica.
¿Es una agenda que eventualmente se puede realizar desde Costa Rica, sin necesidad de viajar constantemente?
Es una agenda que me tiene viajando muchísimo y para la cual mi base eventualmente puede ser Costa Rica.
Natasha Cambronero
ncambronero@larepublica.net