Seúl responde a desafío norcoreano
EFE | Martes 02 abril, 2013
La dirigente conservadora surcoreana ordenó al Ejército "responder con fuerza en la etapa inicial, sin tener en cuenta consideraciones políticas" en caso de "cualquier provocación" contra ciudadanos o el territorio
Seúl responde a desafío norcoreano
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, prometió ayer una "dura respuesta" a un eventual ataque norcoreano, en plena tensión entre amenazas diarias de Pyongyang y la reciente llegada a Seúl de aviones de combate de Estados Unidos para ejercicios militares.
La dirigente conservadora surcoreana ordenó al Ejército "responder con fuerza en la etapa inicial, sin tener en cuenta consideraciones políticas" en caso de "cualquier provocación" contra ciudadanos o territorio de Corea del Sur.
El contundente tono de la jefa de Estado y el envío de aviones de combate F-22 Raptor por parte de EEUU a territorio surcoreano contrastan con el ambiente de tranquilidad en las calles de Seúl y el resto de país, e incluso en el complejo conjunto de Kaesong situado en Corea del Norte.
Park, que hace poco más de un mes se convirtió en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Corea del Sur, remarcó ayer la importancia de "proteger al pueblo de las amenazas" norcoreanas en una reunión con el ministro de Defensa, Kim Kwan-jin.
Éste, por su parte, presentó un informe del plan de emergencia de "disuasión activa" del Ejército, que adelanta la implantación de nuevos sistemas de defensa que permitirán lanzar una acción preventiva contra Corea del Norte si muestra signos de inminente ataque nuclear o de misiles.
La presidenta y el ministro de Defensa se citaron escasas horas después de que EEUU anunciara el envío a Corea del Sur de aviones de combate F-22 Raptor, que participarán en las maniobras militares anuales conjuntas de ambos países, en curso hasta finales de abril.
Expertos locales temen que la llegada de los F-22 -uno de los cazas más avanzados con tecnología para evadir radares y realizar guerra electrónica- genere reacciones de Corea del Norte, que días atrás ya respondió con duras amenazas a la presencia de submarinos y aviones nucleares estadounidenses en el Sur.
El régimen de Kim Jong-un, por su parte, celebró ayer la reunión de su Asamblea Popular Suprema (Parlamento), una importante cita que suele tener lugar una o dos veces al año y que podría deparar decisiones políticas que marquen el futuro rumbo del Estado.
A pesar de la relevancia del cónclave los medios estatales norcoreanos no han ofrecido detalles sobre el mismo, en el habitual secretismo que caracteriza al país más hermético del mundo, donde cada información es susceptible de tratarse con la más absoluta confidencialidad.
La página web de la agencia estatal KCNA omitió referirse a la cita parlamentaria, mientras la televisión KCTV emitió un detallado reportaje sobre la sesión plenaria que el Partido de los Trabajadores celebró ayer.
En tal sesión el líder norcoreano prometió, bajo una gran lluvia de aplausos, ampliar el arsenal de armas atómicas como parte de la nueva estrategia de doble vía del régimen de impulsar tanto "el progreso de la economía" como "el desarrollo de su potencial nuclear".
Este último desafío llegó en una semana de gran tensión en la que Pyongyang aseguró situarse en "estado de guerra" con el Sur.
Seúl/EFE