Sinceramente
Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 16 octubre, 2015

Los disparadores del gasto público, tales como remuneraciones, pluses, anualidades y otros, están creciendo en términos reales
Sinceramente
Gasto fiscal, deuda y presupuesto nacional
El gobierno y sus instituciones enfrentan una seria situación fiscal. Para nadie es un secreto que los ingresos no son suficientes para cubrir la enorme escalada del gasto de gobierno.
La fuente Trading Economics señala que la deuda de gobierno sumada a la de las instituciones autónomas llega ya en este año 2015 al 58% del PIB y su tendencia es claramente al crecimiento. Los gastos no se han controlado, los impuestos no han crecido lo suficiente en su recaudación ni se han aprobado nuevos, por lo que el incremento de la deuda ha sido directamente proporcional al aumento del gasto del sector público.
Una deuda pública que excede el 51% del PIB es una deuda alta. Una deuda que llega al 58% y tiende a crecer es alta y se percibe en extremo peligrosa por ese crecimiento. La deuda pública de Costa Rica prácticamente se ha duplicado desde 2008.
Los disparadores del gasto público, tales como remuneraciones, pluses, anualidades y otros incentivos, las transferencias corrientes, las pensiones y los intereses, están creciendo en términos reales. Los disparadores del gasto no están bajo control.
El proyecto de la Ley de presupuesto en discusión prevé un alza de 220.000.000.000. El presupuesto pasa de 7.800.000.000.000 a 8.000.000.000.000, o sea, de siete billones ochocientos mil millones a ocho millones de millones de colones. Su incremento es de un 2,8% y esto sobre la base ya enormemente crecida del presupuesto base que arrancó con un 19,6% de incremento.
El gobierno actualmente desarrolla una campaña publicitaria para persuadir a la población de que está haciendo ahorros cuando muy por el contrario está gastando y aumentando el presupuesto. Trata de persuadir al país de algo que no es cierto, aun arriesgando el saldo de credibilidad que pueda tener el señor presidente con sus electores.
¿Por qué buscan un espejismo y no la realidad? La solución es fácil y es básica: hay que gastar menos, hay que recaudar más, y una vez que haya orden en casa es importante buscar nuevos impuestos para financiar el faltante.
Más impuestos para desperdiciar no son tolerables. Más impuestos que estrujen la forma de vida de los costarricenses para conservar privilegios, desperdicio, gastos innecesarios son perfectamente inaceptables.
Los gastos corrientes están creciendo un 6%, los gastos de capital decrecen un 11%. Las remuneraciones crecen un 7,3% y las transferencias un 6,7%, todo esto con una inflación esperada para el año entrante del 4%.
Hay que retornar a la senda del conocimiento, de la seriedad y de la administración sana. Es el momento de socarse la faja y bajar el gasto, no de aparentar que se baja cuando eso no está sucediendo.
Dejar de pagar deudas no es bajar gastos. No hay fuerza ni valor para poner coto a los disparadores del gasto. Es urgente la aprobación, previa a los nuevos impuestos, de una ley de empleo público.
Todos lo saben, todos lo intuyen, todos lo adivinan cuando no lo saben a ciencia cierta. De mantenerse esta situación nos habremos de ver en el espejo de Grecia pero sin Alemania a la par pagando nuestras cuentas.
Emilio R. Bruce
Profesor
ebruce@larepublica.net
NOTAS ANTERIORES

Prepárense para despegar
Viernes 25 abril, 2025
Las palabras del título las escuchamos siempre que tomamos un vuelo y seguido a eso vienen las reglas de seguridad

Percepciones sobre nuestra democracia
Viernes 25 abril, 2025
He leído recientemente en un serio estudio de opinión unas preguntas que han descrito claramente el meollo de lo nos afecta actualmente en nuestras percepciones

Ensayos breves
Jueves 24 abril, 2025
Dos años después de haber publicado mis Memorias en junio de 2023 el destino me llama nuevamente a dar a conocer un nuevo libro que he titulado de Ensayos

Rodrigo Arias Sánchez, su necesaria Presidencia Legislativa
Miércoles 23 abril, 2025
La derrota de Liberación Nacional, por segunda vez consecutiva no era novedosa. Ya había sucedido en 1998 y el 2002, cuando la Unidad Social Cristiana gobernó d