Sobre el aborto
| Jueves 02 julio, 2009
Sobre el aborto
Hace ocho años, mi esposa y yo íbamos a tener nuestro primer hijo. Al hacerle una ecografía y medirle el pliegue nucal a las 12 semanas, este medía 6 milímetros. Según parece, existe una correlación directa entre dicha medida a las 12 semanas y la posibilidad de tener enfermedades congénitas, debidas a errores cromosómicos: síndrome de Down y otras.
Según las prescripciones médicas, hasta 2 milímetros el riesgo es muy bajo, de 2 a 4 milímetros el riesgo es creciente y a partir de 4 milímetros la probabilidad es muy alta. El médico que nos atendió nos recomendó una amniocentesis para asegurarnos, pero como teníamos decidido que nacería por encima de todo, no lo hicimos ni ninguna ecografía más.
Confiábamos en Dios y si nacía con alguna enfermedad le querríamos más, si cabe. Al cabo del tiempo nació nuestra primera hija sin ninguna enfermedad. Después, a sus otros tres hermanos no les hemos hecho ninguna ecografía “preventiva”, ni tampoco hemos querido saber cuánto les mide el pliegue nucal a las 12 semanas.
Valga esta introducción para saber que, a veces, las predicciones médicas también fallan; pero aunque acertaran en un 100%, ¿qué derecho tenemos para decidir si un feto o embrión debe vivir o morir? En definitiva, ¿qué derecho tenemos de abortar?
Seguramente en un plazo más corto que largo, igual que con otras lacras amparadas por las leyes de su tiempo, como la esclavitud o el genocidio, la Humanidad entera abominará de este tiempo y de sus gentes que permitimos y llegamos a considerar un derecho el aborto.
Alejandro Pérez Benedicto
Hace ocho años, mi esposa y yo íbamos a tener nuestro primer hijo. Al hacerle una ecografía y medirle el pliegue nucal a las 12 semanas, este medía 6 milímetros. Según parece, existe una correlación directa entre dicha medida a las 12 semanas y la posibilidad de tener enfermedades congénitas, debidas a errores cromosómicos: síndrome de Down y otras.
Según las prescripciones médicas, hasta 2 milímetros el riesgo es muy bajo, de 2 a 4 milímetros el riesgo es creciente y a partir de 4 milímetros la probabilidad es muy alta. El médico que nos atendió nos recomendó una amniocentesis para asegurarnos, pero como teníamos decidido que nacería por encima de todo, no lo hicimos ni ninguna ecografía más.
Confiábamos en Dios y si nacía con alguna enfermedad le querríamos más, si cabe. Al cabo del tiempo nació nuestra primera hija sin ninguna enfermedad. Después, a sus otros tres hermanos no les hemos hecho ninguna ecografía “preventiva”, ni tampoco hemos querido saber cuánto les mide el pliegue nucal a las 12 semanas.
Valga esta introducción para saber que, a veces, las predicciones médicas también fallan; pero aunque acertaran en un 100%, ¿qué derecho tenemos para decidir si un feto o embrión debe vivir o morir? En definitiva, ¿qué derecho tenemos de abortar?
Seguramente en un plazo más corto que largo, igual que con otras lacras amparadas por las leyes de su tiempo, como la esclavitud o el genocidio, la Humanidad entera abominará de este tiempo y de sus gentes que permitimos y llegamos a considerar un derecho el aborto.
Alejandro Pérez Benedicto