Sostenibilidad y usos responsables de la Inteligencia Artificial (IA)
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 20 febrero, 2024
Silvia Pérez Baires
Directora de Sostenibilidad de Allison Latam
silvia.perezbaires@allisonworldwide.com
En el transcurso del 2023, se ha debatido ampliamente sobre el potencial disruptivo que la Inteligencia Artificial (IA) posee en diversos campos e industrias. Sin embargo, a medida que avanzamos hacia el 2024, las implicaciones de la IA en términos sociales, ambientales y éticos emergen como prioridades fundamentales.
La IA presenta tanto riesgos como beneficios significativos. Por un lado, ofrece la capacidad de automatizar tareas, generando así un valor añadido y aumentando la competitividad. No es una novedad que la IA puede mejorar los diagnósticos oncológicos, facilitar la investigación científica, prever fenómenos meteorológicos extremos y abordar desafíos sociales complejos y peligrosos.
No obstante, estos beneficios no están exentos de costos. En primer lugar, la IA plantea la amenaza de desplazar industrias enteras y provocar una pérdida masiva de empleos. En segundo, se estima que los centros de datos que impulsan las aplicaciones de IA contribuyen entre el 2 y el 3% de las emisiones mundiales, un costo ambiental significativo.
Además, existen desafíos éticos y sociales que aún están en proceso de discusión. Estos incluyen los derechos de las personas a la no discriminación, la protección de datos personales y la privacidad. La IA requiere acceso a grandes conjuntos de datos para aprender, lo que plantea interrogantes sobre quién tiene acceso a estos datos, cómo se almacenan y cómo se utilizan.
En la actualidad, existen varios marcos regulatorios para informar sobre la sostenibilidad. Sin embargo, esto puede generar confusión y oportunidades para presentar productos como sostenibles cuando en realidad no lo son. Por lo tanto, es fundamental que las empresas que utilizan IA consideren estas cuestiones en sus análisis de sostenibilidad.
A medida que avanzamos en el 2024, podemos anticipar un punto de inflexión en la regulación de las divulgaciones, especialmente con la llegada de los estándares del International Sustainability Standards Board (ISSB).
En última instancia, si bien la IA ofrece un universo infinito de aplicaciones que pueden mejorar y acelerar los impactos positivos en la creación de valor para las empresas y el bienestar de las personas, es crucial abordar los riesgos asociados de manera responsable. Esto implica no solo la inclusión de los riesgos y beneficios únicos de la IA en los marcos de reporte, sino también fomentar la colaboración entre desarrolladores de IA, empresas, inversionistas y profesionales en sostenibilidad.