Tendencias emergentes en el diseño residencial: María Laura Guevara, Gensler Costa Rica
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 08 diciembre, 2020
María Laura Guevara
Arquitecta
Gensler Costa Rica
Como arquitectos, somos naturalmente optimistas.
Deseamos estar siempre en primera fila creando soluciones para este mundo cambiante.
El diseño residencial ha experimentado menos interrupciones a raíz de la pandemia en comparación a otras tipologías como oficinas, espacios comerciales, aeropuertos o espacios de entretenimiento.
Los cambios obedecen, más bien, a una aceleración de las tendencias en curso previas a la era COVID.
Teletrabajo y educación desde la casa
Como resultado del confinamiento, la percepción de cómo trabajamos y cómo vivimos se ha visto impactada en los últimos meses.
Para poder medir el impacto que ha tenido el encierro, en Gensler realizamos una encuesta en diferentes países del mundo (Workplace Survey 2020).
En Estados Unidos, de 2.300 trabajadores encuestados, más del 53% prefiere un modelo híbrido: trabajar un tiempo de casa y otro en la oficina.
La mayoría de las personas desean volver a la oficina manteniendo los beneficios de la flexibilidad y el acceso a privacidad que han disfrutado en sus hogares.
Hoy en día, además de trabajar, una cantidad importante de personas está estudiando y enseñando desde la casa.
De acuerdo con otra encuesta realizada en Gensler a estudiantes y educadores en cuatro ciudades de Latinoamérica, la mayor preocupación de los colaboradores es la tecnología y conectividad.
En segundo lugar, está el espacio donde aprenden o enseñan.
Entre los temas que salieron a relucir, se evidencian la falta de ergonomía, la mala iluminación y la inconveniencia de los ruidos.
Al pasar más tiempo en casa y al haber cambiado las actividades que regularmente se realizan en ella, los usuarios están exigiendo mayor confort, y surgen nuevas necesidades.
¿Cómo está afectando el confinamiento al espacio que habitamos?
Soluciones inmediatas. Las personas se han visto obligadas a improvisar, ajustando la distribución de la unidad habitacional para incluir escritorios y estaciones de trabajo.
Los dormitorios se han convertido en oficinas o aulas; comedores, cocinas y salas ya no son de un único uso; clósets o nichos dentro de cuartos o áreas sociales se han convertido en estaciones de trabajo. Los residentes han puesto en práctica su creatividad logrando divisiones en espacios por medio de cortinas, paneles, y muebles.
Espacios pequeños, con puerta, como vestidores y alacenas se han convertido en opciones para lograr privacidad.
Las soluciones han ido evolucionando con el tiempo, por ejemplo, el caso de algunas empresas que han prestado mobiliario y equipo a sus empleados.
Soluciones permanentes. Si el trabajo y el estudio están girando hacia un modelo híbrido, se prevé que las adaptaciones en los hogares serán también más permanentes. Inclusive, habrá quienes consideren la necesidad mudarse.
Las remodelaciones de espacios existentes y los ajustes en proyectos nuevos o en etapas tempranas de diseño, serán más comunes.
Se hará una mayor inversión en mobiliario ergonómico y flexible, y en iluminación artificial adecuada.
Tendencias que se han acelerado por la pandemia
Más allá de cambios en el diseño residencial a raíz de la pandemia, se han acelerado tendencias que ya estaban ya en curso.
Algunas de ellas tienen que ver con la necesidad de mejorar la experiencia de trabajar y estudiar en casa.
Otras, con el aumento de compras en línea.
Muchas, con la priorización de la búsqueda por el bienestar individual y global.
La inversión en conectividad y tecnología será fundamental.
Por ejemplo, he trabajado en proyectos en donde, con tal de asegurar la conectividad, se analiza tener hasta una tercera alternativa de internet en caso de que las otras dos fallen.
El aumento de compras en línea ha sido sustancial.
Es vital considerar este punto en el diseño de áreas como lobbies y entradas residenciales, con el fin de facilitar la entrega de artículos varios: comidas preparadas, compras del supermercado, farmacia, y artículos del hogar.
También, servicios como el mantenimiento del automóvil y estética personal, entre otros.
La mayoría de las tendencias que se están acelerando a causa de la pandemia giran alrededor del bienestar individual y global.
Las generaciones que serán el grueso del mercado próximos años, valorarán cada vez más el impacto ambiental que genere el lugar en el que habitan.
Reutilizar edificios existentes, buscar ubicaciones que promuevan caminar y usar el transporte público, aportar a la regeneración de ecosistemas en donde se desarrollen proyectos, remodelar para mejorar el desempeño, construir con materiales y productos duraderos y locales, incluir métodos pasivos para el confort climático y asegurar el buen manejo de los recursos y los desechos, son algunos de los atributos que atraerán a inquilinos conscientes con el entorno.
Aumentará la demanda por espacios abiertos privados.
Se valora más que nunca la conexión con el exterior. Se vuelve casi indispensable incluir patios, terrazas o balcones en nuevos proyectos y en la remodelación de proyectos existentes.
Además, se le dará más importancia a la calidad del aire, con énfasis en la ventilación natural. Vendrá un aumento en ventanas operables, puertas a espacios externos.
El usuario valorará la optimización y mayor posibilidad de personalizar los sistemas de aire acondicionado.
La importancia del diseño biofílico tomará preponderancia, y se prevé su valoración en el mercado.
Esto quiere decir que el contacto con naturaleza, la luz natural, los jardines exteriores e interiores, con plantas que limpien el aire, será solicitado por los residentes.
El sentido de pertenencia a una comunidad impacta la calidad de vida de las personas.
Por eso, los proyectos residenciales exitosos deben permitir y promover la conexión, la inclusión y el compartir con la comunidad.
Los edificios deben comportarse como barrios y complementarse con las comunidades donde se ubican. A su vez, idealmente, las amenidades deberán estar esparcidas por el edificio con el fin de permitir a los residentes compartir de una manera más privada y brindar variedad en ambientes.
Si bien no es lo ideal a nivel operativo, es importante para la experiencia que buscan los inquilinos.
Al igual que en el sector hotelería, se prevé un incremento en amenidades al aire libre, sobre todo en lugares donde el clima lo permite.
Esto se puede remplazar o complementar con la cercanía de un parque o la conexión con algún corredor biológico. Algunas de estas amenidades pueden ser gimnasios al aire libre y lugares para sentarse, individualmente o acompañados.
También, espacios flexibles y configurables, que puedan dividirse y reservarse para recibir invitados. Inclusive, se puede considerar incluir parrillas o cocinas al fresco.
Aunque en el futuro sigamos trabajando desde nuestra casa, las reuniones en persona con clientes y otros colaboradores, seguirán formando parte de la vida diaria.
Será necesario encontrar espacios para enfocarse y tener privacidad cuando se dificulte hacerlo desde la casa.
Por esta razón, la amenidad del co-working será fundamental. Evolucionará para potenciar la experiencia de los inquilinos y no se limitará a una oficina o un espacio flexible compartido por los inquilinos.
Deberá ofrecer, por ejemplo, espacios individuales para poder enfocarse, leer, o tomar una llamada privada, mejor y más confiable calidad del internet, salas de reuniones para recibir invitados, y espacios flexibles con debido distanciamiento para lograr privacidad (cuando ya el virus no sea un tema).
Algunos clientes en Estados Unidos están pensando, inclusive, en prestar equipo como fondo de pantalla verde, cámaras, y sistemas especiales de audio e impresión.
Estos espacios de soporte deberían ser brindados por el edificio, el barrio o el empleador.
Nuevas opciones inmobiliarias
Las nuevas tendencias se reflejarán en las opciones inmobiliarias.
En los edificios multifamiliares, se alterará la variedad de unidades.
Lo anterior, por la necesidad de espacios más saludables y mejor adaptados para trabajar o estudiar. Casi, sino todas las opciones, tendrán espacio exterior privado.
Se prevé una disminución en demanda por opciones de una habitación hacia más opciones de apartamentos de dos habitaciones y un baño.
Opciones innovadoras como unidades con un dormitorio y un den o unidades adjuntas que permitan interconectarse, tipo lock-off, bien conocidas en algunas partes de Asia, están empezando a ganar popularidad en Estados Unidos y algunas partes de Latinoamérica.
Un den es un espacio con puerta, que no necesariamente tiene las dimensiones para ser una habitación, pero funciona como cuarto multifuncional.
La unidad tipo lock-off comparte el vestíbulo con la unidad principal.
El espacio puede funcionar como cuarto de invitados, de alquiler temporal, u oficina.
Este tipo de unidad está presente en casas y en proyectos multifamiliares de mayor escala.
Para lograr llevar a cabo este tipo de soluciones, es importante trabajar de la mano con instituciones gubernamentales para revisar regulaciones.
Algunas ciudades, a pesar de la crisis económica, han experimentado un aumento en la venta de casas, apartamentos y lotes.
También ha habido un incremento en los alquileres.
En Ciudad de México, la demanda de vivienda en renta ha crecido un 35% (Reporte del Mercado Inmobiliario 2020, Lamundi).
Su causa: la búsqueda de eficiencia en costos y la necesidad de soluciones flexibles.
Poder mudarse cuando las necesidades de espacio o de cercanía con escuelas o espacios de trabajo cambien.
Por otro lado, en Costa Rica ha aumentado el interés del alquiler con opción de compra.
Se habla de la gran migración del 2020.
Las personas se están mudando fuera de las ciudades más densas, de acuerdo con nuestro estudio realizado en Nueva York, San Francisco, Londres y Singapur (City Pulse Survey 2020, Gensler).
Individuos de todas las generaciones están buscando espacios mejores y más amplios.
Las mudanzas se están dando a otras ciudades más pequeñas, a los suburbios y también a zonas rurales. Esto podría significar un renacimiento para barrios o ciudades de menor escala.
Las ciudades secundarias podrían atraer a un mercado que crece rápidamente, y que demanda precios accesibles, barrios más caminables y que aprecia la reactivación y regeneración de barrios existentes y la combinación de edificaciones históricas con nuevas.
Se acentuaría la densificación de barrios con casas unifamiliares, para crear o reforzar nuevos centros urbanos.
Una casa existente puede adaptarse para hospedar a varias familias, como sucede en barrios en ciudades como Nueva York, Washington D.C. y Buenos Aires.
Nadie tiene certeza del futuro, pero está en nosotros trabajar con optimismo hacia un mundo mejor, elevando la calidad de vida de las personas por medio de viviendas y ciudades saludables y asequibles. El entorno construido tiene un papel fundamental para lograr una nueva era de bienestar global.
¿Qué es?
Nombre Gensler Costa Rica
Actividad Consultores en arquitectura y desarrollo urbano
Co CEOs Diane Hoskins, Andy Cohen
Sede San Francisco
Fundación 1965
Gerente Regional Samuel Bermúdez
Sitio gensler.com