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Terrorismo de Estado

Vladimir de la Cruz vladimirdelacruz@hotmail.com | Miércoles 08 enero, 2020


Pizarrón

Cuando hay una guerra declarada oficialmente entre un Estado y otro, entre un Gobierno y otro, hay oficialmente una guerra, un enfrentamiento militar, que justifica, en este escenario, actos y acciones militares orientados a destruir a las fuerzas consideradas enemigas, a destruir sus bases militares, sus instalaciones militares o policiales, sus obras de infraestructura fundamentales, especialmente las de comunicaciones y transportes, edificios que pueden considerarse estratégicos y de gobierno, sus refugios militares, justifica igualmente liquidar físicamente a los dirigentes militares y políticos, que en ambos países, o Estados o gobiernos, se considera que deben ser eliminados, como parte de este escenario de guerra, con las consecuencias de muertos civiles que esto trae, los daños colaterales como los llaman desde hace algunos años.

En el escenario de guerra se pueden usar métodos y acciones propagandísticas orientadas a producir miedo entre los soldados y militares enemigos, entre la población para evitar apoyos logísticos y morales, métodos desinformativos y hasta noticias falsas con igual propósito

La guerra hoy no es un asunto que está en manos de una sola persona. En países de regímenes democráticos, de representación democrática, en repúblicas, las declaratorias de guerra de un país quedan reservadas a actos que realizan los parlamentos, a solicitud de los Poderes Ejecutivos. Son los Parlamentos, los Congresos, las Asambleas Legislativas los que avalan o aprueban las guerras que declaran los Estados. Cuando Costa Rica declaró la Guerra a Italia, Alemania y Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, en diciembre de 1941, fue resultado de una solicitud del Presidente Rafael Angel Calderón Guardia al Congreso, que avaló la propuesta.

Si no hay declaratoria oficial de guerra los actos que realice un Estado contra otro u otros, en el campo militar, acciones de guerra en todo sentido, bombardeos, destrucción de edificios, incluso civiles, hasta hospitales o escuelas, como ha sucedido, ataques selectivos a dirigentes políticos, hasta con misiles que les llegan a sus vivienda, con gran precisión electrónica, como sucedió cuando Estados Unidos le lanzó un misil a la casa de Gadafi matándole una hija de tres años, son actos que caen dentro de lo que hoy se conoce Terrorismo de Estado.

Actos de Terrorismo de Estado son también la coacción o la persecución ilegítima, el secuestro, las desapariciones forzosas, la tortura, el asesinato y la ejecución extrajudicial.

Actos de Terrorismo de Estado son los que crean o hacen surgir, en secreto, organizaciones terroristas clandestinas convencionales -reales o simuladas-, con apoyo a las mismas o con negligencia deliberada en su persecución, sobre todo cuando estas organizaciones se presentan como extremistas de las fuerzas opositoras, lo que da una justificación a sus promotores frente a la opinión pública para actuar contra ella y hasta para acabarlas de cualquier manera.

Terrorismo de Estado es también cuando se instruye o induce y autoriza a la tropa propia para que actúe de tal forma que produzca terror en la población civil del enemigo, que impida introducir medidas que limiten o persigan tales acciones.

Terrorismo de Estado es la realización abierta de operaciones militares con el orientadas o encaminadas a quebrar la moral del enemigo, usando armas estratégicas y armamentos que por sus características produzcan estado de inseguridad y temor en la población civil.

Terrorismo de Estado es cuando se crean condiciones de políticas de emigración que impidan a la propia población el abandono del país, bajo pena de prisión o muerte, obligando a que las personas que huyen de estos escenarios de guerra lo hagan bajo las formas más adversas para sus condiciones mínimas de sobrevivencia.

Terrorismo de Estado es cuando también se provocan acciones que promuevan el exilio de personas desafectas y críticas con el gobierno, que de otra manera, si no lo hacen, pueden perder sus vidas.

El Terrorismo de Estado por grupos no gubernamentales, y que reciben apoyo estatal directo o indirecto.

Actos de Terrorismo de Estado pueden hacerse para escenarios determinados o para escenarios que tengan repercusión internacional, regional, continental y con amenazas de que sea mundial, “una guerra mundial”, “una guerra de características nucleares”.

El Terrorismo de Estado se expresa con actos que realizan personas, “terroristas” en otros países cuando son enviados con ese fin, o cuando actúan por cuenta propia, inspirados en doctrinas o ideologías políticas o en fundamentaciones religiosas, donde igualmente se seleccionan víctimas, personas, dirigentes políticos, militares, religiosos, líderes civiles, diplomáticos, empresarios, inversionistas, instituciones determinadas, empresas seleccionadas como las aéreas en sus vuelos locales o internacionales.

Algunos países han conocido el Terrorismo de Estado cuando sus gobiernos son usufructuados o están en manos de camarillas militares, de dictadores, de usurpadores del Poder que se mantienen con el apoyo de las armas y de las estructuras militares que gobiernan, con el terror interno que imponen por las torturas que realizan a todo tipo de personas, por las desapariciones de personas que ejecutan, por la justificación legal que hacen de sus regímenes de tortura, como se hizo bajo el gobierno de Barak Obama, cuando se aprobó un Manual de Torturas que se ejecutiva en las cárceles de Irak y las que tiene Estados Unidos en Guantánamo, Cuba.

Terrorismo de Estado es cuando el Gobierno reprime a la población civil, en cualquier acto de ejercicio de derechos civiles o políticos que realicen violando la propia legislación interior, y los derechos establecidos en las Constituciones Políticas, que facultan esos actos de movilización ciudadana.

Todas las dictaduras de América Latina de ahora o de ayer han realizado estas políticas de Terrorismo de Estado.

Los actos que lleva a cabo Estados en Medio Oriente son típicos del Terrorismo de Estado. No ha declarado la guerra oficialmente a Irán y ejecuta actos contra sus instalaciones de todo tipo, contra sus autoridades políticas y militares. Recientemente utilizó al Primer Ministro de Irak, para que invitara a Irak, al General Qasem Soleimani de Irán, comandante de la Guardia Revolucionaria iraní y líder de la fuerza de élite Quds, para aprovechar su visita a Irak y asesinarlo en el aeropuerto de Bagdad.

Esta situación ha provocado que el Gobierno de Irak, con su Congreso, por unanimidad haya aprobado que a las bases de Estados Unidos en ese país, una de ellas, la más grande en toda esa región del Medio Oriente, y la más grande en el exterior que tiene Estados Unidos, se les cancelen las autorizaciones para estar en territorio iraquí.

Ha provocado igualmente que el Congreso de los Estados Unidos haya considerado empezar a analizar las potestades ejecutivas del Presidente Trump para ejecutar actos de guerra, porque el Congreso de los Estados Unidos no ha declarado la guerra a ningún país.

Ha provocado también que las autoridades supremas políticas y religiosas de Irán hayan declarado que el asesinato del General Qasem Soleimani será “vengado” y que habrán problemas para los Estados Unidos en ese sentido. El Presidente Trump ha dicho que tiene 52 sitios determinados, incluidos sitios histórico culturales, en posibilidad de ser atacados. Esto ha generado una reacción de la comunidad internacional que ha obligado a rectificar que no atacarán sitios históricos culturales. Por su parte los iraníes han dicho que han detectado 13 posibles sitios sujetos a sea atacados por sus fuerzas en “venganza”.

Los Estados Unidos no forma parte de ningún Tratado internacional, Convenciones, ni Protocolos, relacionados con Derechos Humanos, control y limitación de torturas, y otros temas importantes para la vida, que hoy son suscritos, y ratificados, por una inmensa cantidad de países de las Naciones Unidas, entre ellos Costa Rica, no forma parte de la Corte Penal Internacional, ni de la Corte Interamericana de Derechos Humano, y se presenta en el mundo y ante el mundo como abanderado de estos Derechos Humanos, como autoridad mundial en esta materia de Derechos Humanos, de la Justicia y del Medio Ambiente, sin firmar y someterse a estas normas del Derecho Internacional. Cuando se discuten estos Tratados, Convenios y Protocolos Estados Unidos incluso realiza una labor obstruccionista hasta donde puede.

Entre los Tratados, Convenios y Protocolos que no ha firmado o ratificado, y por lo tanto no sometido a ellos, están los siguientes: la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), la Convención sobre el consentimiento para el matrimonio, la edad mínima para contraer matrimonio y el registro de los matrimonios, el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena, el Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistente, el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizo s de los desechos peligrosos y su eliminación, el Convenio sobre la diversidad biológica, el Convenio sobre la Protección y Utilización de Cursos de Agua Transfronterizos y Lagos Internacionales, Estatutos del Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares, la Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción, la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios, el Convenio Internacional para la represión de los atentados terroristas cometidos con bombas, el Convenio Internacional para la represión de la financiación del terrorismo, la Convención sobre los Derechos del Niño, el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados, el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Destinado a Abolir la Pena de Muerte, la Convención Internacional sobre la Represión y el Castigo del Crimen de Apartheid, el Convenio relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de sindicación, el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación, el Convenio sobre la edad mínima de admisión al empleo, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad, la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Tampoco ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos.

De hecho todas sus acciones militares, como parte de su política de Terrorismo de Estado, viola todos los instrumentos jurídicos internacionales relacionados con la vida y los Derechos Humanos. Por ello se niegan a someterse a estos instrumentos jurídicos internacionales que podría facilitar que sus militares, puedan ser llevados a juicios por violar Derechos Humanos, por realizar torturas, o por actuar asesinando, bombardeando, destruyendo obras civiles, impunemente como hasta ahora lo hacen en distintas parte del mundo.

En el asunto sucedido en Iraq con motivo del asesinato del General Qasem Soleimani, de Irán, se ha dicho por analistas de los Estados Unidos que también está el escenario de distraer la atención de la opinión pública norteamericana del Juicio de Destitución que le ha iniciado el Congreso de los Estados Unidos al Presidente Trump, que está en manos ahora del Senado, y está también el escenario del las próximas elecciones presidenciales de noviembre, de este año, donde Trump desea capitalizar parte de los sentimientos nacionalistas, agitados en escenarios de guerra, para su campaña.

¿Hacia dónde va Estados Unidos? ¿Qué podemos esperar en los próximos, días, semanas y meses de este año?

La lucha por la Paz cobra importancia. Es una necesidad la lucha por la Paz mundial. Las fuerzas antiguerreristas y antimilitaristas a nivel mundial deben activarse. En posibilidad está en juego el futuro inmediato de toda la Humanidad.

¡Hay que acabar con los Terrorismos de Estado de cualquier tipo!


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