Ticos abandonan el campo: Censo
Oscar Rodriguez orodriguez@larepublica.net | Jueves 07 junio, 2012
Crece concentración de población en zonas urbanas
Ticos abandonan el campo: Censo
Son un 9% los inmigrantes que viven en el país
La percepción de que Costa Rica es “el Valle Central” comienza a ser más cercana a la realidad. El último Censo Nacional confirma que casi el 73% de los 4,3 millones de personas viven ahora en las zonas urbanas de la Gran Area Metropolitana.
A la vez, los ticos se vuelcan hacia el uso mayor de las nuevas tecnologías, mientras tienen menos hijos y aumentan su longevidad.
Pasan más años estudiando y la mayoría se considera de raza blanca y vive en su propia casa.
Por otra parte, la llegada de inmigrantes al país, ralentizada en la última década, muestra un enfriamiento y hoy representan el 9% de la población, siendo los nicaragüenses la mayoría.
Las características de los habitantes cambiaron en la última década y así quedó reflejado en los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, realizado en 2011.
El campo costarricense va quedando en abandono paulatinamente tras la fuerte migración interna a las zonas urbanas.
Actualmente en el Valle Central habita un 73% de la población, mientras que en 2000 era el 60%.
Alajuela, Cartago y Heredia son los lugares preferidos por los nuevos migrantes nacionales. Situación que coincide con el crecimiento de viviendas en estos lugares.
Entre tanto, las personas han optado por dejar los principales cantones josefinos como Tibás, San José, Montes de Oca y Goicoechea que ahora son lugares más comerciales.
En la última década, la provincia perdió casi 80 mil habitantes, lo cual contradice el plan de Johnny Araya, alcalde capitalino, de repoblar la ciudad.
La reducción poblacional coincide con la bajada en la natalidad.
Los hogares nacionales, hasta 2000, estaban integrados por cuatro miembros: papá, mamá y dos hijos.
Sin embargo, ahora las familias en promedio solo están formadas por tres personas.
El contraste es con los ciudadanos mayores de 65 años, quienes representan más de un 7% de la población.
El país comienza, al igual que las naciones desarrolladas, a tener habitantes más viejos y longevos, pues la esperanza de vida es ahora de 79 años.
“Costa Rica se aleja de una población de estructura joven, para convertirse en un país de estructura más madura y en progresivo envejecimiento”, dijo Elizabeth Solano, coordinadora del Censo 2011.
Este comportamiento poblacional traerá pronto consecuencias, principalmente en la sostenibilidad del Seguro Social.
Cada vez serán más las personas en edad para jubilarse y menos la población trabajando que sostenga el sistema contributivo de pensiones.
Actualmente el 85% de los habitantes está afiliado a la Caja Costarricense de Seguro Social. Pero hay más de 623 mil personas sin ningún tipo de cobertura.
Entre los datos más reveladores del estudio están que el uso de las herramientas tecnológicas es vital para los 1,2 millones de hogares del país.
En el 90% de las viviendas hay al menos un televisor y un teléfono celular.
El 60% tiene una computadora, sea de mesa o portátil, y casi un 35% de los hogares tiene Internet.
Sin embargo, estas características disminuyen cuando se trata de las viviendas de las zonas rurales, como Guanacaste, Limón y Puntarenas.
Por otro lado, los costarricenses pasan cada vez más años en las aulas instruyéndose, lo cual ha hecho que el alfabetismo llegue a su tasa más alta en la historia, de casi un 98%.
También, al menos una cuarta parte de la población tiene primaria y colegio concluidos. Mientras el 16% ha cursado estudios universitarios.
Asimismo, por primera vez, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), encargado del estudio, realizó una consulta sobre la autodefinición étnica del costarricense.
El 83% de las personas se considera blanco o mestizo; en tanto que los indígenas, mulatos, afrodescendientes y chinos son minoritarios.
En el caso de la población indígena, la mayor concentración está en Limón, Puntarenas y San José.
En el caso de los inmigrantes extranjeros, el Censo muestra que la tasa de crecimiento de llegada de foráneos pasó de un 7,4% anual, entre 1984-2000, a un 2,4% en la última década.
“La inmigración internacional ha tendido a estabilizarse a partir de 2000, lo cual incide en el menor ritmo de crecimiento de la población del país”, explicó Solano.
Los nicaragüenses se mantienen como la población foránea más numerosa, porque son el 75% de los casi 386 mil foráneos censados.
Sin embargo, en la última década, hubo un significativo repunte de colombianos, pues creció su llegada en un 180%. Actualmente viven más de 16 mil personas.
El número de estadounidenses también tuvo una variación alta, pues su tasa de residencia aumentó en casi un 70%, en los últimos diez años.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net
Ticos abandonan el campo: Censo
Son un 9% los inmigrantes que viven en el país
La percepción de que Costa Rica es “el Valle Central” comienza a ser más cercana a la realidad. El último Censo Nacional confirma que casi el 73% de los 4,3 millones de personas viven ahora en las zonas urbanas de la Gran Area Metropolitana.
A la vez, los ticos se vuelcan hacia el uso mayor de las nuevas tecnologías, mientras tienen menos hijos y aumentan su longevidad.
Pasan más años estudiando y la mayoría se considera de raza blanca y vive en su propia casa.
Por otra parte, la llegada de inmigrantes al país, ralentizada en la última década, muestra un enfriamiento y hoy representan el 9% de la población, siendo los nicaragüenses la mayoría.
Las características de los habitantes cambiaron en la última década y así quedó reflejado en los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, realizado en 2011.
El campo costarricense va quedando en abandono paulatinamente tras la fuerte migración interna a las zonas urbanas.
Actualmente en el Valle Central habita un 73% de la población, mientras que en 2000 era el 60%.
Alajuela, Cartago y Heredia son los lugares preferidos por los nuevos migrantes nacionales. Situación que coincide con el crecimiento de viviendas en estos lugares.
Entre tanto, las personas han optado por dejar los principales cantones josefinos como Tibás, San José, Montes de Oca y Goicoechea que ahora son lugares más comerciales.
En la última década, la provincia perdió casi 80 mil habitantes, lo cual contradice el plan de Johnny Araya, alcalde capitalino, de repoblar la ciudad.
La reducción poblacional coincide con la bajada en la natalidad.
Los hogares nacionales, hasta 2000, estaban integrados por cuatro miembros: papá, mamá y dos hijos.
Sin embargo, ahora las familias en promedio solo están formadas por tres personas.
El contraste es con los ciudadanos mayores de 65 años, quienes representan más de un 7% de la población.
El país comienza, al igual que las naciones desarrolladas, a tener habitantes más viejos y longevos, pues la esperanza de vida es ahora de 79 años.
“Costa Rica se aleja de una población de estructura joven, para convertirse en un país de estructura más madura y en progresivo envejecimiento”, dijo Elizabeth Solano, coordinadora del Censo 2011.
Este comportamiento poblacional traerá pronto consecuencias, principalmente en la sostenibilidad del Seguro Social.
Cada vez serán más las personas en edad para jubilarse y menos la población trabajando que sostenga el sistema contributivo de pensiones.
Actualmente el 85% de los habitantes está afiliado a la Caja Costarricense de Seguro Social. Pero hay más de 623 mil personas sin ningún tipo de cobertura.
Entre los datos más reveladores del estudio están que el uso de las herramientas tecnológicas es vital para los 1,2 millones de hogares del país.
En el 90% de las viviendas hay al menos un televisor y un teléfono celular.
El 60% tiene una computadora, sea de mesa o portátil, y casi un 35% de los hogares tiene Internet.
Sin embargo, estas características disminuyen cuando se trata de las viviendas de las zonas rurales, como Guanacaste, Limón y Puntarenas.
Por otro lado, los costarricenses pasan cada vez más años en las aulas instruyéndose, lo cual ha hecho que el alfabetismo llegue a su tasa más alta en la historia, de casi un 98%.
También, al menos una cuarta parte de la población tiene primaria y colegio concluidos. Mientras el 16% ha cursado estudios universitarios.
Asimismo, por primera vez, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), encargado del estudio, realizó una consulta sobre la autodefinición étnica del costarricense.
El 83% de las personas se considera blanco o mestizo; en tanto que los indígenas, mulatos, afrodescendientes y chinos son minoritarios.
En el caso de la población indígena, la mayor concentración está en Limón, Puntarenas y San José.
En el caso de los inmigrantes extranjeros, el Censo muestra que la tasa de crecimiento de llegada de foráneos pasó de un 7,4% anual, entre 1984-2000, a un 2,4% en la última década.
“La inmigración internacional ha tendido a estabilizarse a partir de 2000, lo cual incide en el menor ritmo de crecimiento de la población del país”, explicó Solano.
Los nicaragüenses se mantienen como la población foránea más numerosa, porque son el 75% de los casi 386 mil foráneos censados.
Sin embargo, en la última década, hubo un significativo repunte de colombianos, pues creció su llegada en un 180%. Actualmente viven más de 16 mil personas.
El número de estadounidenses también tuvo una variación alta, pues su tasa de residencia aumentó en casi un 70%, en los últimos diez años.
Oscar Rodríguez
orodriguez@larepublica.net