Los nuevos impuestos serían permanentes, los recortes no necesariamente
Todo lo que usted necesita saber sobre el plan fiscal
Reforma es esencial, ante raquíticas finanzas del Gobierno
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 24 agosto, 2018
No hay certeza de que se aprobará un plan fiscal en las próximas semanas, incluso Restauración Nacional y el Frente Amplio están cuestionando la propuesta que fue entregada esta semana a la Asamblea.
Varios detalles del proyecto además podrían variar, antes de que se votara el texto final.
Por otro lado, es bastante alta la probabilidad de que un plan sea aprobado, parecido al que se definió en la comisión hacendaria del Congreso, ya que habría 36 diputados dispuestos a votarlo favorablemente.
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Todavía faltarían dos votos, ya que cualquier ley tributaria debe ser aprobada por dos tercios de la Asamblea.
Sin embargo, varios legisladores adicionales estarían dispuestos a firmar el plan, de acuerdo con analistas políticos, que impondría los nuevos impuestos a cambio de varios recortes en los gastos en el sector público, que serían decretados por el Gobierno.
Actualmente, cuenta con el apoyo de Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana.
Varios actores del sector privado también han expresado una opinión favorable, incluidos UCCAEP y la Cámara de Industrias, que están conscientes de la problemática fiscal, pero demandan antes un recorte del gasto público.
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El reto que Costa Rica enfrenta al no reformar las finanzas públicas es la posible incapacidad del Gobierno cumplir sus obligaciones, desde el pago de los salarios de los funcionarios, hasta la cancelación de sus deudas.
En los últimos años, el Gobierno ha acumulado una deuda mayor al 50% del valor de la producción nacional, sobre todo por los crecientes gastos.
Solo en 2018, el déficit será de un 7,1% del PIB, que los costarricenses en una forma u otra tendremos que pagar.
La siguiente sección de este informe presenta en forma resumida, todo lo que necesita saber sobre el propuesto plan fiscal, tal como llegó esta semana a la Asamblea Legislativa.
¿Cómo es?
El trueque
Usted pagaría más impuestos, a cambio de la contención del gasto del Estado.
La fe
Es probable que pagaríamos los nuevos impuestos de por vida, ya que cualquier cambio a las obligaciones tributarias requiere la aprobación legislativa con 38 votos.
A cambio, el gobierno reduciría su gasto mediante varios decretos, cualquiera de los cuales podría ser revertido por otro decreto.
Los impuestos
Usted pagaría más por los servicios públicos, sobre todo por el impuesto de valor agregado (IVA), e impuesto a la renta.
IVA
El IVA se pagaría al comprar servicios, que hoy están exentos: Uber, taxis, Netflix, corte de pelo, alquileres comerciales y algunos residenciales, y mucho más.
El IVA sustituirá el impuesto de ventas que actualmente se cobra en la mayoría de los bienes, así como en algunos servicios.
La tasa general se mantendría en el 13%.
Hay muchas categorías del IVA; sin embargo, las tasas serían las siguientes para estos servicios comúnmente adquiridos (%):
General | 13 |
Alquileres residenciales superiores a ¢650 mil | 13 |
Energía eléctrica residencial superior a 280 kWh | 13 |
Servicios privados de salud | 2 |
Medicamentos | 2 |
Canasta básica | 0 |
Educación privada | 0 |
Renta
Los empleados y contratistas privados pagarían más impuestos sobre la renta, especialmente en los ingresos superiores a los ¢2,1 millones.
Actualmente, la tasa más alta es del 15%.
Los nuevos tramos serían los siguientes, con las tasas respectivas (%).
Ingreso | % |
---|---|
Entre ¢2,1 millones hasta ¢4,2 millones | 20 |
Más de ¢4,2 millones | 25 |
Contención del gasto
El Estado reduciría sus gastos, sobre todo de las siguientes formas.
Bomba de tiempo
La bomba de tiempo que Costa Rica enfrenta al no reformar las finanzas públicas es la posible incapacidad del Gobierno de cumplir sus obligaciones, desde el pago de los salarios de los funcionarios, hasta la cancelación de sus deudas.
En los últimos años, el Gobierno ha acumulado una deuda mayor al 50% del valor de la producción nacional, a raíz de los crecientes gastos, sobre todo en la compensación de los funcionarios.