Torneo mediocre y jugadores en zona de confort

Apenas puso pie en suelo costarricense, de regreso de México, Christian Bolaños manifestó que al fútbol costarricense le falta intensidad y eso se paga caro a nivel internacional.

Miles de costarricenses seguimos el campeonato mexicano. Claro que es mucho más vertiginoso e intenso que el nuestro y ni qué decir cuando los clubes disputan la “liguilla”. Es todo un espectáculo futbolístico observar las semifinales y la final, no importa que clubes la jueguen.

Lleva razón don Christian con sus manifestaciones, secundadas por el técnico del Santos, Erick Rodríguez, aplastado por el New York City de la MLS.

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¿Pero cómo meterle intensidad a nuestro campeonato?

¿Qué decisiones se deben implementar?

Con todo respeto para Christian Bolaños, él se la tira “riquísimo” en un campeonato con ritmo de tortuga.

Juega en el equipo más popular del país; gana millones de colones por hacerlo; no tiene que “joderse” mucho, pues tiene compañeros de muy buen nivel y cuando hay presión en el entorno morado, éstas son colectivas y no individuales. Las individuales caen sobre el técnico de turno.

El morado habita en una zona de confort que se la desearían decenas de sus colegas, de clubes más modestos que el Saprissa.

Ahora, qué quede claro y conste en actas, Christian Bolaños no es “responsable” de que asuntos externos propios de su profesión, colaboren con su buena vida y mucho menos es culpable de que al campeonato nacional le falte intensidad.

Simplemente lo ponemos de ejemplo, porque tuvo la valentía de manifestar que nuestro fútbol no es intenso, pero él es actor principal del mediocre espectáculo y no lanza soluciones a su señalamiento.

El fútbol de Costa Rica está inflado; futbolistas de muy bajo nivel reciben salarios no acordes para nada con su rendimiento; el campeonato no es competitivo y ordena un calendario apretado y estrecho sin margen para darle espacio a los nuevos talentos.

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Torneo de bajísimo nivel, cortoplacista, resultadista, los técnicos caen como mangos de sus árboles, la UNAFUT no tiene agallas para planificar un campeonato por año y no dos, la Federación es un club de viajes y toda esta rutina de mediocridad, impide, mi querido Christian Bolaños, darle intensidad a la competencia.

Usted que es estrella del espectáculo, podría aportar soluciones para sanar el tumor letal que, como lo dijo “su cuate” Walter Centeno, está matando nuestro deporte favorito.

gpandolfo@larepublica.net

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