Toxicidad laboral
Eric Briones Briones redaccion@larepublica.net | Lunes 27 septiembre, 2021
Eric Briones
Doctor en derecho laboral
En mi vida laboral de casi 40 años, de práctica continua (desde asistente de salón de belleza, pasando por asistente de bufete, abogado litigante, asesor/jefe de dos poderes de la república y profesor universitario, tanto en universidades públicas como privadas) he tenido compañeros, subalternos y jefaturas, de lo más capaces a nivel profesional, competentes con un expertiz envidiable, con capacidad de trabajo individual obsesiva y excesiva, pero con un defecto, desde mi punto de vista de experiencia, con nula inteligencia emocional y pocas habilidades blandas (falta de empatía con los demás, escaso trabajo en equipo, cero sentido de humanidad), que dejan mucho que desear y hacen que en el campo laboral, sobresalgan estas, antes que las duras (conocimiento actualizado), lo que da al traste con todo el conjunto que compone la organización socio/laboral, al estar compuestos de seres sociales, con sentimientos y necesidades; de allí, que muchas empresas, estén optando en el presente y futuro, por emplear a robots, precisamente para evitar, lo aquí expuesto; no obstante, este sería otro tema, a tratar próximamente, por cuanto el quid del asunto, no está en dejar de lado la humanidad, entre nosotros mismos.
En el ámbito laboral, tanto público como privado, hay principios básicos, legados desde hace décadas y que deben existir entre las partes, tales como el de legalidad, buena fe, cautela, colaboración, lealtad, armonía, comunicación oportuna, moralidad, probidad, cordialidad, lógica social, los cuales, desde niños, nos los inculcan tanto en el hogar, como en el sistema educativo, al que en principio todos tenemos acceso. Estos deben ponerse en práctica, día a día, independientemente, de la posición que tengamos dentro del empleo; ya que, desde la moderna óptica de la administración laboral, son pilares fundamentales, para que una organización, sea competitiva, próspera y se mantenga en el tiempo; es decir, debe ser libre de ambientes contrarios o tóxicos (free toxicity). Es que precisamente, ser tóxico significa, pensar en alguien que afecta directa y negativamente a sus más cercanos compañeros, debido, entre otros aspectos, a su personalidad egocéntrica, chismosa, metiche, narcisista, dramática, negativa, poco propositiva, serrucha pisos, siempre molesta y quejumbrosa, en fin, un sinnúmero de sinónimos, que van en detrimento de las relaciones humanas y por supuesto con efectos perniciosos, dentro del campo laboral empresarial.
Dando lectura a un artículo que me encontré en web (https://www.entrepreneur.com/article/379418), titulado: “Cómo reconocer a un empleado tóxico y el proceso de 3 pasos para abordarlo”, se llega a la conclusión, que es oportuno tomar medidas inmediatas, ante situaciones como las descritas, con el fin de evitar, una catástrofe de un mal clima organizacional, tales como el dialogo tanto personal como grupal, en donde se aborde la problemática y hasta un posible tratamiento médico, en caso de considerarse necesario y la persona esté totalmente anuente. Todo esto, sin perjuicio, que la solución final, pueda llegar a la extinción de la relación laboral, pero esto, como último remedio, máxime en aquellos casos, en donde un empleado demuestre potencial de mejora y quiera hacerlo, lo cual puede ser gratificante tanto a nivel personal, como para la misma empresa, refiere el artículo.
En la práctica, tanto del sector privado, como público, es oportuno la existencia de previo a la contratación, de test, filtros o exámenes (sin transgredir el ámbito personal/intimo o que resulte discriminatorio, para el evaluado), para medir, no solo el conocimiento intelectual, sino el emocional; ya que esto es básico, dentro de toda organización laboral, con el fin de mantener un personal óptimo, feliz y competitivo, dentro de la salud ocupacional y el llamado “salario emocional”. Para mayor información, les comparto, también esta otra dirección, correspondiente a las jefaturas: https://duoclaboral.cl/noticias/entrevista-de-trabajo-como-identificar-a-un-jefe-toxico/941.
(*) Doctor y Profesor en Derecho Laboral