Ultramaratonista correrá descalzo 200 kilómetros entre volcanes de Costa Rica
Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Lunes 18 marzo, 2019
Recorrer 200 kilómetros durante siete días, mientras atraviesa bosques, ríos y volcanes sin utilizar calzado, será el reto que tendrá el ecuatoriano Edwin Ibarra en el Volcano Ultramarathon Costa Rica.
Esta será la primera vez que el evento se realice en el país y se correrá del 7 al 13 de abril.
La primera de las seis etapas iniciará desde Cerro Pelado, un volcán extinto y pasará por los volcanes Arenal y Turrialba hasta finalmente realizar una etapa cronometrada a lo largo de la costa del Caribe.
Aunque los detalles del recorrido se darán a conocer un día antes del inicio como factor sorpresa y añadirle dificultad al reto.
Además, los trayectos tendrán distancias entre 20 y 50 kilómetros aproximadamente.
Cada corredor será responsable de llevar todo su equipo, incluidos los alimentos, implementos de seguridad y un mínimo de 2,5 litros de agua que se pueden volver a llenar en los puestos de control a lo largo de las etapas.
La organización proporcionará a cada corredor una tienda individual que será montada antes de la llegada de los corredores en un montaje y distribución en localizaciones únicas, donde la convivencia y capacidad para racionar alimentos será uno de los valores de la prueba.
Historia de Edwin Ibarra
Para algunos, un héroe. Para otros, un loco. Lo que está claro es que en este deporte, a veces, lo que prima es la simplicidad y sencillez.
Este es el caso de Edwin Ibarra, un ecuatoriano que captó la atención de los medios de medio mundo al cruzar la meta del pasado Marathon des Sables sin zapatillas.
Mientras sus compañeros de fatigas luchaban contra ampollas y dolores ocasionados por sus zapatillas, Ibarra, apodado el Hobbit, se jactaba de contar con unas suelas naturales impresionantes.
“Mis pies están mejor que los de quienes corren con zapatos”, dijo tras cruzar la meta.
Y es que la historia de Ibarra es muy peculiar.
Ibarra nació en Pedernales, Ecuador. Forma parte de una familia de diez hermanos y, debido a la escasez de recursos económicos, jamás tuvo zapatillas para correr.
Andaba por el monte sobre piedras y arena siempre sin zapatos.
De esta manera las plantas de los pies se fueron fortaleciendo hasta el día de hoy.
Desde hace más de diez años, Ibarra ha participado en todo tipo de competiciones de la misma forma, descalzo.
Por si fuera poco, Ibarra tiene dos récords Guinness, corrió 100 kilómetros en apenas ocho horas y aparte corrió los 1.500 kilómetros que separan Quito de Pedernales, su pueblo natal, en 45 días.