Un "bólido" verde
Carmen Juncos cjuncos@larepublica.net | Lunes 08 junio, 2009
Con Sumo
Un “bólido” verde
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Hasta esos bólidos que rugen, los automóviles súper, han entrado a la era verde. El viernes anterior fue el Día Mundial del Ambiente y pensando en eso recordé que Suecia cuenta con un apasionado por los autos súper, Christian von Köenigsegg, que ha logrado uno que desarrolla cerca de 400 kilómetros por hora movido por el biocombustible etanol.
Sin duda una delicia para los fiebres de los superdeportivos y de la velocidad, al menos como admiradores o espectadores, porque para ser el dueño de uno de estos nuevos CCXR, llamado también Flower Power, supongo que se requiere bastante dinero (son muy costosos) e imagino que encargarlo o hacer “cola” porque su fabricación es bien limitada, parece que unas dos unidades al mes y que sumarían alrededor de 55 en el mundo.
Sin embargo, y al margen de la pequeña elite que puede disponer de un Flower Power, superdeportivo ecológico desde el punto de vista del combustible que lo mueve porque nada sé sobre el resto de su proceso de fabricación y materiales, la verdad es que señalan el rumbo.
Según parece Christian von Köenigsegg empezó a soñar con hacer su propio superdeportito a los ¡cinco años!... y logró desarrollar el primero a los 23. Hoy su sueño consistía en hacerlo movido por biocombustible de etanol.
Lo que creo es que de esa forma podríamos estimular el camino de los sueños de niños y jóvenes de hoy. Porque todos soñamos, pero parece que de ahora en adelante esa capacidad de transformar lo imaginado en realidad debe contar con el plus de que lo que soñado pueda llevarse a la realidad de manera amigable con el ambiente.
Un “bólido” verde
Carmen Juncos
cjuncos@larepublica.net
Hasta esos bólidos que rugen, los automóviles súper, han entrado a la era verde. El viernes anterior fue el Día Mundial del Ambiente y pensando en eso recordé que Suecia cuenta con un apasionado por los autos súper, Christian von Köenigsegg, que ha logrado uno que desarrolla cerca de 400 kilómetros por hora movido por el biocombustible etanol.
Sin duda una delicia para los fiebres de los superdeportivos y de la velocidad, al menos como admiradores o espectadores, porque para ser el dueño de uno de estos nuevos CCXR, llamado también Flower Power, supongo que se requiere bastante dinero (son muy costosos) e imagino que encargarlo o hacer “cola” porque su fabricación es bien limitada, parece que unas dos unidades al mes y que sumarían alrededor de 55 en el mundo.
Sin embargo, y al margen de la pequeña elite que puede disponer de un Flower Power, superdeportivo ecológico desde el punto de vista del combustible que lo mueve porque nada sé sobre el resto de su proceso de fabricación y materiales, la verdad es que señalan el rumbo.
Según parece Christian von Köenigsegg empezó a soñar con hacer su propio superdeportito a los ¡cinco años!... y logró desarrollar el primero a los 23. Hoy su sueño consistía en hacerlo movido por biocombustible de etanol.
Lo que creo es que de esa forma podríamos estimular el camino de los sueños de niños y jóvenes de hoy. Porque todos soñamos, pero parece que de ahora en adelante esa capacidad de transformar lo imaginado en realidad debe contar con el plus de que lo que soñado pueda llevarse a la realidad de manera amigable con el ambiente.