Un grupo de heroínas y héroes ticos luchan por apagar el fuego en los bosques canadienses

Un grupo de valientes mujeres y hombres costarricenses, comprometidos con la naturaleza, aceptó el desafío de unirse desde el pasado 13 de junio a brigadas de más de seis países para, junto a los equipos de trabajo canadienses, intentar apaciguar uno de los incendios forestales más importantes acontecidos en ese país.

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Este equipo es liderado por Carlos Campos, voluntario del Programa Nacional de Manejo del Fuego del Sistema de Áreas de Conservación (SINAC), quien junto al resto de sus compañeros permanece en pie de lucha desde tempranas horas de la mañana hasta avanzada la noche en el campo afectado para tratar de mitigar el fuego y el consecuente daño ambiental causado.

LA REPÚBLICA conversó con este bombero quien compartió algunas de sus experiencias respecto a la atención de esta emergencia, y sus expectativas de cara al regreso con bien de este grupo de costarricenses, quienes día a día deben enfrentarse a situaciones sumamente distintas a las vividas en otros sucesos locales como el incendio en el Parque Nacional Palo Verde este año.

¿En qué área específica se encuentran destacados, y cuál es la situación de la emergencia?

Es un poco difícil dar una situación, porque lo que está pasando en el este es muy diferente a lo que ocurre en el oeste, que es justo donde nos encontramos nosotros, en la provincia de Alberta. Estamos colaborando en un complejo de incendios, específicamente en el que afecta a la comunidad de Redmond Lake, y el incendio se cataloga aún como fuera de control.

¿Cuál ha sido el mayor desafío con el que se han encontrado?

Estos incendios tienen un gran potencial radioactivo y en primera instancia son atacados por vías aéreas, para luego, tras ser parcialmente contenidos, permitir el ingreso de cuadrillas terrestres, como es nuestro caso, para apoyar en labores de liquidación de puntos calientes que se reactivan, dado que el clima acá es muy variable.

¿Cuáles son las herramientas que les han provisto para contener este siniestro?

Estamos utilizando una combinación de herramientas forestales dedicadas como un ‘pulaski’ que es como un hacha y un azadón al mismo tiempo, que con otros instrumentos como rastrillos forestales nos permiten remover la capa orgánica de hasta un metro y detectar si más profundo en la tierra hay calor que puede generar nuevos focos de incendio.

Con motobombas utilizamos agua que extraemos de lagos en las montañas, muchos de ellos hechos por castores, lo cual es una particularidad de esta zona, elaborando tendidos de mangueras de varios kilómetros.

Con herramientas especiales los brigadistas ticos se aseguran de que en el fondo de la tierra no existan puntos calientes que puedan volver a activar el fuego en los bosques. Cortesía/La República

¿Con qué otros equipos están actualmente interactuando?

Estamos trabajando con personal de Australia, Chile, Estados Unidos y Canadá. A nivel general, para toda la emergencia, son unas 1,8 mil personas las que están colaborando de diferentes países.

¿Tiene datos sobre la afectación a nivel de cantidad de territorio?

En todo Canadá, el último dato dice que hay más de 6 millones de hectáreas quemadas. En el área donde estamos nosotros la afectación abarca alrededor de 165 mil hectáreas, lo cual para uno como costarricense es difícil de asimilar si, por ejemplo, comparamos el área afectada en el incendio de Palo Verde, que ha sido uno de los más grandes de nuestro país, en donde apenas fue de 4.500 hectáreas.

¿Y en cuanto a flora y fauna?

En cuanto a fauna, no hemos encontrado animales calcinados como sí es más común en nuestros incendios, porque aquí la gran mayoría de fauna puede desplazarse fácilmente y evitar el incendio, contrario al caso de Palo Verde, por ejemplo, que cuando entrábamos a los humedales había cientos de tortugas y cocodrilos muertos al serles más difícil escapar del fuego.

A nivel de flora, es impresionante cuando uno viene de camino ver de lado a lado los bosques completamente calcinados, pero a la vez es muy interesante porque tal vez el incendio pasó por ahí hace una semana y ya se va viendo regeneración del suelo por la particularidad de este tipo de vegetación típica del bosque boreal.

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¿Cuándo estiman que podrían regresar a Costa Rica?

En realidad, son dos tiempos diferentes. En el caso de este despliegue de bomberos forestales del SINAC Costa Rica, desde el inicio se estableció que íbamos a estar 30 días acá, con rutinas de trabajo de 14 días con dos de descanso y 14 días de nuevo, por lo que estaríamos regresando el 15 de julio; pero si las autoridades canadienses requieren de más apoyo, otro equipo de compañeros nos estaría reemplazando.