Un viaje a la piscina les dejó un negocio a dos mujeres

Tatiana Gutiérrez Wa-Chong tgutierrez@larepublica.net | Miércoles 31 enero, 2018

Conscientes de que un viaje de mil leguas comienza con un paso y de que hay que dejar de lado los miedos, Angeline Conejo y Gabriela Valverde consolidaron su negocio de vestidos de baño con un mismo estampado para toda la familia.

La idea surgió en diciembre de 2016, cuando al acercarse el fin de año ambas decidieron irse de vacaciones con sus familias y amigos; deseaban llevar prendas de playa del mismo color, pero no encontraron ninguna opción en el mercado.

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Fue así como una tarde metidas en la piscina con sus esposos e hijos, ambas encontraron esa idea de negocio y nació Áncora, una tienda en línea, que se materializó en febrero de 2017.

Valverde es diseñadora de modas de profesión y Conejo administradora de empresas, y esos conocimientos se juntaron para emprender.

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Los vestidos de baño para mujer, enterizos o de dos piezas, son elaborados con licras colombianas, en tallas S-M-L y XL. También, comercializan pantalonetas para hombres y niños a la medida y hechas a mano. Áncora también le brinda la posibilidad de encontrar tallas grandes.

En promedio, los tiempos de entrega son de ocho días y se utilizan distintos tipos de tela, dependiendo de la prenda que se confeccione.

“Como todo proyecto nuevo, conllevó una inversión inicial y uno siempre tiene miedo de que el producto no sea bien acogido por el consumidor final; sin embargo, desde el primer día hemos tenido muy buena respuesta de los clientes y a diario recibimos fotos de familias satisfechas, portando con orgullo nuestros productos”, manifestó Conejo.

Sin embargo, reconoce que debería existir más apoyo por parte del gobierno a las pequeñas y microempresas del país, ya que son el motor que impulsa la economía.

A futuro esperan que su marca sea muy reconocida y por eso, durante el último año, han tenido una participación muy activa en El Mercadito y en ferias para niños, tratando de consolidarse en el mercado de las madres.

Por el momento, únicamente tienen su tienda en línea y distribuidores en Liberia y San José; más adelante, les gustaría tener su local propio.

Su meta es que cada día más personas puedan adquirir las prendas sin titubeos, porque valoran la calidad y el estilo.