Un día con Santiago
Dámaris Ruiz druiz@larepublica.net | Viernes 21 septiembre, 2007
Un día con Santiago
Desierto al norte, mar al oeste, montañas al este y hielo al sur. Chile es un país emergente con un capital que desborda energía
Dámaris Ruiz
druiz@larepublica.net
Santiago, Chile- Puede ser por el hecho de estar rodeado de las más impresionantes muestras de la naturaleza que un país como Chile, geográficamente curioso, tenga una personalidad tan marcada.
Al igual que otros países de Suramérica, culturalmente hablando, es inmensamente rico, y su crecimiento económico es ya un punto de referencia para vecinos del continente.
Su capital es para el turista un punto obligado. Santiago, una ciudad grande, moderna, limpia y pensada para el peatón que inunda las grandes avenidas y el histórico centro.
Es muy probable que durante un viaje de negocios a este lugar tenga un día para dedicarlo a la metrópoli.
Si es así, y el clima lo permite (las cuatro estaciones están bien marcadas), utilice un calzado cómodo y prepárese para caminar.
El Palacio de la Moneda es parada forzada. Sede de la presidencia e inaugurado en 1805, su arquitectura es incomparable. Puede asistir al cambio de guardia, una ceremonia custodiada por policías desde los techos de los edificios aledaños.
Ya es media mañana y se le antoja un café. Pues un espacio muy particular son los “cafés con piernas” donde muchachas en minifalda atienden a los clientes con absoluta eficacia. Aunque la mayoría son nocturnos, visite el Café Haití o el Caribe en Ahumada, con muchos años de historia. El menú no es muy variado y será atendido de pie, sin embargo, no hay nada más pintoresco. Un detalle: en algunos de estos lugares no hay baño para mujeres…
La Plaza de Armas puede ser su siguiente parada. Colmada de pintores en la época primaveral, donde se ubica la majestuosa Catedral Metropolitana de Santiago. Con la clásica estructura colonial, a sus alrededores se encuentran el Correo Central, el Museo Histórico Nacional y la Municipalidad de Santiago.
Si de típico se trata, y cuando el hambre apremie, camine hasta el Mercado Central. Aromas, hombres entrando carga, frutas de todos los colores, pero sobre todo pescados y carnes, llenan los puestos regentados por vendedores cantores ávidos de finalizar el día.
La dieta chilena está basada, además de la carne, en productos del mar. Bajo su estructura metálica, un lugar ideal para almorzar al mejor estilo chileno es el Restaurante Don Augusto, un personaje particular a quien posiblemente podrá conocer. De niño vendía en el mercado, pero su visión le hizo fundar este restaurante que ahora colma casi todo el lugar. Hoy es invitado por chefs internacionales para regocijarse con sus historias y recetas.
Si el tiempo está de su lado, acérquese al barrio Bellavista. Núcleo de artistas y bohemios, lindas casas y arboladas aceras, su encanto hechizó al mismísimo Pablo Neruda, quien construyó aquí una de sus tres casas: La Chascona.
Diseñada en forma de barco para confirmar su amor al mar, el poeta inició una primera fase sin casi ventanas y escondida tras jardines, pues allí convivía con su entonces amante.
Cuando su matrimonio se confirmó, construyó una segunda etapa más alta, abierta al mundo, llena de ventanales, al fin podían exponerse.
Pasadizos secretos para huir de las fiestas, obras de arte, simbolismos y recuerdos únicos son parte de los atractivos.
La tarde apremia y las fuerzas disminuyen. Pero Santiago apenas empieza a despertar. Su vida nocturna es entretenida, sobre todo si la temperatura acompaña.
Antes de cenar, compras. El Centro Comercial Parque Arauco es de los más visitados.
Ya entrada la noche, Liguria es un restaurante moderno y tradicional a la vez, para cenar rico y conversar amenamente. De decoración ecléctica y menú para todos los gustos, llenará sus expectativas.
Buenas noches Santiago, ciudad de pasión, tradición y buenos recuerdos para llevar a casa.
La ruta del vino
Si tiene otro día para disfrutar de Chile y se encuentra en la capital, lo recomendable es visitar un viñedo, paseo que puede realizar en unas horas.
Este país se está convirtiendo en uno de los epicentros del cultivo de la uva, llenando las expectativas de los más finos paladares.
Concha y Toro es la marca exportadora más importante del país, cuyas instalaciones son un foco turístico, eso sí, comunique su intención de conocerlas con tiempo.
Si visita Chile entre abril y mayo, podrá disfrutar de la vendimia y hasta ayudar a clasificar las uvas en perfecto estado de maduración.
Además, Concha y Toro produce uno de los vinos más populares, Casillero del Diablo, cuyas bodegas puede recorrer y llevarse una sorpresa…
La casa de su fundador, aunque no está abierta al público, es una reliquia de inspiración europea donde algunos salones se habilitan para las reuniones de junta directiva.