Una década de TLC entre China y Costa Rica
Sergio Navas snavas@fundepos.ac.cr | Miércoles 25 agosto, 2021
Hace una década a principios del mes de agosto entró en vigor el Tratado de Libre Comercio con la República Popular de China, después de un intenso proceso de negociaciones de aproximadamente 3 años entre ambos países. Esto produjo un fortalecimiento de los vínculos comerciales, así como de las relaciones de amistad entre el pueblo chino y el pueblo costarricense.
Este acuerdo comercial surge a partir de la decisión del establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular de China en la Administración Arias Sánchez, en junio del 2007. Ese año la economía de China aumentó en 11.4%, lo que significó el mayor crecimiento de los últimos 14 años y que para ese entonces la colocaba como la cuarta potencia mundial, solo detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania. Es así como, este acuerdo fue un gran paso estratégico para vincularse junto con un gigante comercial.
El tratado de libre comercio con China buscó consolidar lo que ya era una tendencia en cuanto a relaciones comerciales. Según el Observatorio de Comercio Exterior de la UNED, del 2004 a 2009 el comercio de Costa Rica con China creció aceleradamente al punto que este país se convirtió en nuestro segundo socio comercial, con un 17% del total valor exportado FOB, detrás de Estados Unidos.
Tuve el honor de presenciar en el 2007 la inauguración de la primera Oficina de Promoción Comercial en Beijing China, liderada por PROCOMER, siendo miembro de la Junta Directiva y representante de los exportadores. Cabe señalar que el sector empresarial liderado por CADEXCO jugó un papel preponderante para estrechar los vínculos comerciales con China y la creación de esta OPC. Esta oficina sirvió como nodo central de grandes vinculaciones mercantiles que durante estos 14 años han creado grandes mercados de exportación como prótesis de uso médico, café, banano, azúcar, fruta deshidratada, y carne bovina.
Esta relación bilateral, ha generado propuestas económicas y de inversión en infraestructura, como es la donación y construcción del estadio nacional, también el financiamiento para la ampliación de la ruta 32, donde la República Popular China financia el 85% de la obra mediante un empréstito con el EXIMBANK de ese país, asunto estratégico para Costa Rica, en virtud de que por el complejo portuario del Caribe pasan el 80% de las exportaciones por volumen, del país.
Hoy día China está cerca de convertirse en la primera economía mundial, siendo líder en el desarrollo tecnológico mundial, donde, por ejemplo, se encuentra liderando el desarrollo de Inteligencia artificial, que según algunos medios internacionales llevará a este país a convertirse en el líder tecnológico mundial. Esto se refleja además en la inmensa inversión de China en fuentes alternativas de energía para paliar el efecto sobre el cambio climático. Prueba de lo anterior es que China es el líder mundial en la fabricación de autos eléctricos.
Este camino al éxito que lleva China a convertirse en la primera economía mundial, se fortalece además con la estrategia de la Franja y la Ruta, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda, con la que este país asiático se está interconectando de forma más directa con el mundo, incrementando así de manera sustantiva su comercio internacional y consolidando su papel como líder en la apertura de mercados a nivel global.
Nuestro país suscribió la adhesión a esta iniciativa en septiembre del 2018 (Gobierno Alvarado Quesada) insertándonos a una comunidad de 103 naciones y organizaciones internacionales que fomentan el desarrollo de infraestructura y de inversión extranjera directa con China.
Durante estos 10 años, se han potenciado otros productos más allá de los mencionados, tal como lo es la exportación de servicios educativos, así como la transferencia de conocimiento entre diferentes perfiles y organizaciones académicas, donde hemos liderado en tópicos como sostenibilidad, tecnología, inversión y clima de negocios.
Mediante alianzas público – privadas debemos potenciar un mayor alcance en las relaciones de amistad y comerciales entre ambos países, para los próximos 10 años, que contribuyan con el bien común, la economía de cuádruple impacto y el desarrollo de innovación y emprendimientos en polos de desarrollo.