En la Fedefútbol toman medidas para endulzar el entorno y enrumbarse a la reelección
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 27 agosto, 2018
En épocas suponemos que prehistóricas, en los años 70, teníamos como fuente la Federación de Fútbol, cuya sede estaba en La Sabana, contiguo al monumento a don León Cortés.
Solo trabajaban cinco funcionarios: la recepcionista, el gerente, Jesús Manuel Mora Trejos, una especie de oficial mayor a medio tiempo, Óscar Luis Vega, el contador, Eladio Gómez y un misceláneo.
Hoy me cuentan que en la Casa de los Sustos en el Proyecto Gol, trabajan casi 200 empleados. Incluso, la FIFA cancela salarios a algunos funcionarios de alto rango.
Estar pegado a alguna de las tetas de doña FIFA, resulta un privilegio. Es tener el mundo a sus pies. Es casi como ser el propietario de una agencia de viajes. De hecho, no se bajan del avión y, sin pagar boleto.
Hacer carrera en FIFA significa para miles de dirigentes del planeta fútbol, un sueño.
Solo para citar la era moderna, supimos a las alturas que ascendió don Isaac Sasso; Hermes Navarro se quedó en el camino y a Eduardo Li lo atraparon el propio día de la máxima fiesta, ya nombrado como vicepresidente de la multinacional organización, calificada como de las más corruptas del mundo.
Aclaramos, la FIFA es corrupta, pero eso no significa que todos los integrantes de su enorme panel burocrático también lo sean. La señora también tiene hijos correctos, que no se engolosinan ni canjean valores por un viaje a Belice.
En Costa Rica, lo sucedido al señor Li, le puso en bandeja de plata y servida la presidencia de la Federación a Rodolfo Villalobos, quien en su oportunidad fue reelecto y termina su nuevo periodo en agosto 2019.
El puesto de don Rodolfo es muy apetecido por lo expuesto con anterioridad y lógicamente que el fracaso de la Selección Nacional en el Mundial de Rusia es momento más que propicio para que los bandos que quieren aspirar a dirigir el fútbol criollo, hayan colocado francotiradores en los 184 programas deportivos en el país, para tirarle al dirigente.
En otras palabras: ¡se lo quieren apear!
Y desde luego que el señor Villalobos con toda su tropa, muchos de ellos incondicionales, aspira a un tercer periodo.
Y, aquí empieza la bronca.
En este momento, la Federación de Fútbol toma acuerdos y medidas, la mayoría positivas, para endulzar el entorno y enrumbarse a la reelección.
El nombramiento de la nueva Comisión Técnica; la escogencia del técnico interino de la Tricolor; los juegos amistosos en Asia; el estudio de las credenciales para la escogencia del nuevo técnico de la Mayor.
Incluso, se informa que ya están listos absolutamente todos los informes de las diferentes comisiones y el cuerpo técnico de Rusia 18, que se le darán a la prensa en los próximos días y viene una noticia bomba: un acuerdo de intercambio futbolístico con la Federación de Fútbol de Francia, campeones del mundo, que firmará Villalobos en París en un par de semanas.
En la otra acera, por ejemplo, don Orlando Moreira, que perdió la elección a la presidencia con Villalobos, y podría pretender ser electo en un nuevo periodo, reclama y puede que tenga razón, que la actual Federación está trabajando como si fuera un hecho su reelección, pero, ¿qué sucede en el fútbol nacional si la pierden?
Y agrega: ¿Por qué razón, los nuevos dirigentes, de quedar electos, tienen que cargar con los acuerdos y proyectos de la anterior administración, que incluyen la escogencia del nuevo director técnico, que podría no ser del agrado de los nuevos federativos?
Lo ideal sería entonces emparejar los ciclos y que la elección para escoger a los federativos, se dé un par de semanas después de que termine el respectivo Mundial de Fútbol.