¿Una nueva reforma penitenciaria en Costa Rica?
| Martes 26 julio, 2016
Sobre la reforma penitenciaria esta debe incluir al menos cuatro pilares: Un nuevo modelo conceptual y operativo, un nuevo marco legal, una infraestructura acorde al modelo, y la selección y capacitación del personal penitenciario
¿Una nueva reforma penitenciaria en Costa Rica?
Msc. Mario Alberto Víquez Jiménez
Profesor catedrático Universidad de Costa Rica
Ex Viceministro de Justicia y Gracia
Señalaba en mi tesis de Maestría en Criminología de 1989, sobre “La prisión Costarricense”, que si se pudiera caracterizar la historia de nuestro sistema penitenciario, sería el de una crónica de iniciativas y fracasos. Nuestra última reforma penitenciaria fue la de los años 70-80, la cual para 1990, se daba ya por agotada, para ser sustituida hasta hoy, por un “programa”, que en nada se aproxima a lo que se podría denominar un “modelo penitenciario”.
Hoy la cárcel está de nuevo en crisis. En los últimos 16 años, se ha recurrido para la ejecución de las penas privativas de libertad, a una mezcla de conceptos e ideas inconexos, que nunca llegó a constituir un sistema integrado y congruente.
¿Cuál es la razón de esta reiteración de fracasos? La respuesta es simple: A la cárcel se le deposita la “solución” de conflictos sociales que no está en capacidad de resolver. Y en segundo término, se le ha aislado en la estructura del Estado, como el último eslabón de una cadena de la que no tiene ningún control, dado que la antecede, lo policial, lo judicial y la reacción social colectiva.
Sobre la función de la cárcel se podría discutir sin fin. Lo que sí está en nuestras manos, es el diseño de una política criminal integral del sistema de justicia penal, donde la cárcel no quede aislada.
Es claro que el objetivo de la prisión debe seguir siendo la reinserción social. Pero también es cierto, que las condiciones actuales hacen imposible el más mínimo asomo de la rehabilitación, pues se ha convertido en un espacio de violación flagrante de los mínimos derechos humanos.
Ante el estado de situación, la propuesta no es simple, pero es posible. Esta incluye dos elementos: La generación de una política criminal integral y una nueva reforma penitenciaria.
Sobre la reforma penitenciaria esta debe incluir al menos cuatro pilares: Un nuevo modelo conceptual y operativo, un nuevo marco legal, una infraestructura acorde al modelo, y la selección y capacitación del personal penitenciario.
Seguir discutiendo sobre liberación o no de privados de libertad, es sin duda importante, pero por esta vía no llegaremos nunca a la raíz del asunto.