Universidades afinan programas de estudios por creciente demanda de talento en industria de semiconductores

Bajar el costo energético y principalmente capacitar el talento humano, son los principales retos que tiene la industria de los semiconductores para sacarle el jugo a un mercado boyante, retador y con un amplio y creciente mercado a futuro.

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Y es que estos dispositivos son un elemento vital para la electrónica moderna, ya que constituyen un importante componente de smartphones, tablets y ordenadores personales, lo que implica que la demanda está garantizada y será creciente.

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Por otra parte, en agosto del año pasado, la empresa Intel anunció una nueva inversión en el país por $1.200 millones, al considerar a Costa Rica un país clave en la creciente demanda de semiconductores a nivel global, lo cual reforzaría la posición de nuestro país como un líder regional en la producción y comercialización de estos productos.

Para ello, las universidades son una pieza clave de este rompecabezas y por eso están adecuando sus programas de estudio para atender la demanda del mercado laboral y brindar buenas oportunidades a sus estudiantes.

“Es prioritario que se trabaje en una alianza público-privada, ya que un solo sector no puede hacerle frente a un reto como este. En Europa por ejemplo, en el 2023, 14 países se unieron para fortalecer la industria de semiconductores, con una inversión de 8 mil millones de euros en recursos públicos para proyectos de investigación, desarrollo y formación por parte de organizaciones públicas y privadas de diversos sectores”, aseguró Alexander Vargas, vicerrector de la ULatina.

Y es que para sacarle ventaja a estas oportunidades se requiere de equipos costosos, así como licenciamiento de software y mano de obra muy especializada, la cual, actualmente escasea en el país.

Además, se debería contar con fondos de inversión para solventar estos temas tanto en la industria como en la academia.

Manuel Tovar, ministro de Comercio Exterior, tiene clara la urgencia de esta estrategia país y viene promoviendo encuentros con diferentes actores como cámaras empresariales, universidades, el INA y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Sin embargo, es clave trabajar en áreas estratégicas para mejorar el clima de negocios.

“El costo de la energía es muy alta, se requiere más incentivos para empresas que quieran invertir en este sector, más jóvenes que sepan de electrónica, manufactura y alta tecnología y más infraestructura”, aseguró Carlos Wong, presidente de la Asociación de Zonas Francas.

Agregó que Costa Rica tiene todo para competir y para convertirse en un suplidor de Estados Unidos, un mercado que tiene una alta dependencia de los semiconductores que provienen de Asia y que ahora, tanto por los procesos de pandemia como por los intereses geopolíticos, quiere buscar otros destinos.

Desde julio del año pasado, esa nación anunció la alianza para explorar oportunidades de diversificación y crecimiento del ecosistema de semiconductores y hace pocos días, el Departamento de Estado de Estados Unidos otorgó $13,8 millones a la Universidad Estatal de Arizona (ASU por sus siglas en inglés), para desarrollar programas de capacitación en la fuerza laboral de la industria de los semiconductores en la región, incluyendo a Costa Rica.

Para aprovechar esta ventaja, los industriales le apuestan a la formación dual y a la capacitación.

“Se requerirán más personas capacitadas, debemos fortalecer la formación técnica, por ejemplo, en electromecánica y mantenimiento industrial, así como graduar a más profesionales en ingenierías y otras áreas STEM. Esto también implica que la fuerza laboral tenga un buen manejo del inglés y esquemas de formación continua, a raíz de la automatización, digitalización y los avances en la tecnología de semiconductores”, destacó Arianna Tristán, subdirectora de la Cámara de Industrias.