Uso correcto y control de los créditos fiscales de IVA
Valeria Palacio valeria.palacio@cr.gt.com | Martes 13 agosto, 2024
Avanzado el período el fiscal 2024 es un momento adecuado para analizar y verificar que los créditos fiscales que se estén reportando y registrando en las contabilidades sean existentes y exigibles.
Los saldos a favor surgen cuando el crédito fiscal pagado en compras de bienes y servicios, locales y/o importados, superan el impuesto cobrado en las ventas, siempre y cuando, estos créditos cumplan con los requisitos que establece la legislación tributaria según lo artículos 17 al 26 de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, de los cuáles se destacan los siguientes;
- Que las ventas del contribuyente permitan el derecho a crédito fiscal, y sus compras estén directa y exclusivamente relacionadas a estas operaciones, conforme al artículo 30 del Reglamento de la Ley del Impuesto sobre el Valor Agregado.
- Que estas compras estén respaldadas por comprobantes electrónicos según las características que establece el Reglamento de comprobantes electrónicos para efectos tributarios.
- Para efectos de créditos por la adquisición de bienes importados deberán contar con su debida Declaración Única Aduanera (DUA) y en el caso de importación de servicios sean debidamente informados y pronto respaldados con la factura electrónica de compra.
- Que hayan sido debidamente reportadas dentro del formulario D-104 del Impuesto sobre el Valor Agregado en el período que corresponda.
Otra forma por el cuál un contribuyente obtiene créditos a favor es mediante las retenciones que realizan las entidades bancarias por el uso de datáfonos como medio de pago, estas sumas retenidas serán consideradas como un pago a cuenta del impuesto que le corresponda cancelar a los contribuyentes.
Los créditos fiscales también prescriben, por lo que deben gestionarse antes de que se cumpla el plazo de cuatro años, a partir de la fecha de presentación de la declaración o del pago que lo genera. En caso de que existan saldos prescritos estos deben reconocerse como un costo o gasto dentro de la contabilidad.
Una buena práctica contable es llevar un auxiliar o control que permita identificar los saldos acumulados, su vencimiento y sus posibles compensaciones dentro de las diferentes cédulas de impuestos como el Impuesto sobre la Renta, Parciales, Retenciones en la Fuente e incluso Multas, recordando también que, para que estas compensaciones sean efectivas se debe prever que no serán utilizados después de tres meses desde su generación. Así también realizar frecuentemente conciliaciones entre los extractos de cuenta tributarios y la contabilidad.
Es importante tener una gestión adecuada del IVA con el objetivo de evitar pagos excesivos, evitar la pérdida de créditos por prescripción o bien acumular créditos no procedentes y que a futuro estos puedan llevar a pagar diferencias.
Valeria Palacio
Consultora de BPS de Grant Thornton