Vale que Suárez reaccionó en el receso

Consciente como estratega y técnico de la Tricolor, que la Selección Nacional tiene que mejorar y mucho la zona ofensiva del equipo, luego del largo receso prolongado desde el juego que se perdió con Alemania en Qatar, hasta la convocatoria para el primer micro ciclo de cara a los juegos por la Liga de Naciones, Luis Fernando Suárez reconoció públicamente que urgían mejoras en la línea de ataque del seleccionado.

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Sin embargo, se presentó el juego ante Martinica, un rival sin peso ni trayectoria en el universo del fútbol, y Costa Rica sale con un precavido, mezquino, huraño y temeroso 5-4-1, idéntico a como planifican los equipos pequeños de nuestro campeonato, cuando toca enfrentar a los llamados grandes.

Línea de cinco en el fondo, con la tradicional tripleta de zagueros centrales: Duarte, Waston y Calvo; cuatro futbolistas en la cintura: Martínez, Tejeda, Ramírez y Alcócer y Joel Campbell solitario en ataque.

¿Cómo puede un equipo mejorar, o ser más peligroso en su zona ofensiva con este planteamiento táctico?

Martinica jugó mejor, anotó un golazo en el minuto 19 y tuvo, con un jugador menos en la cancha, la oportunidad de anotar un par de goles más, salvados de emergencia por el dedo gordo de Francisco Calvo, cuando los artilleros locales se disponían a fusilar a Kevin Chamorro.

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Perfectamente el primer tiempo pudo terminar 3-0 en favor de Martinica y eso solo puede calificarse para la Selección Nacional como una vergüenza. Fueron 45 minutos desastrosos para la Tricolor.

La idea era que Alonso Martínez y Alcócer se asociaran con Joel en ataque, pero el plan no funcionó y Campbell tuvo que retrasarse a recoger balones.

Vale que Suárez reaccionó en el vestuario y entró a la segunda parte con línea de cuatro (sacrificó a Duarte) y metió a Anthony Contreras como pareja de Joel.

Costa Rica pasó a jugar un 4-4-2 más agresivo en ataque, se soltó Suhander Zúñiga por el flanco izquierdo, Alcócer lanzó metralla sin dirección, Waston subió más al ataque y la Tricolor se vio un poco mejor.

Se perdieron ocasiones de gol, una de Suhander increíble cuando pegó la bola en el horizontal, el portero Clementia empezó a volar, entraron Keysher Fuller y Aaron Suárez y en el cierre, en el epílogo, en el último suspiro, dos incursiones de Suhander por su sector, terminaron en servicios cortos que primero Suárez y después Contreras, dejaron en los cordeles, apenas para resucitar al muerto.

gpandolfo@larepublica.net