Vender las plantas eléctricas del ICE es la solución más apropiada para pagar su deuda y devolverle su rol como impulsor del desarrollo nacional
Ricardo Trujillo gerencia@fibrotel.cr | Jueves 29 septiembre, 2022
Ricardo Trujillo Molina MScEE
gerencia@fibrotel.cr
Misión cumplida
El Instituto Costarricense de Electricidad, no el de las comunicaciones, ya cumplió el fin de su objetivo principal, ayudar al desarrollo del país y satisfacer la demanda de energía eléctrica. Su deuda acumulada y aferro a una ideología política estatista por sus sindicatos y dirigencia están impidiendo que cumpla los siguientes fines a futuro: producir la energía eléctrica al más bajo costo que ahora permiten las nuevas tecnologías de los recursos renovables, que tengamos las tarifas más bajas de electricidad del continente y que seamos una potencia exportadora de energía en tiempo real y almacenada a futuro.
Actual empantanamiento
Hemos venido sufriendo durante los últimos 8 años de la resistencia que han opuesto el ICE y la CEDET ante la generación solar distribuida y ante la apertura del mercado de la energía eléctrica en general. Todo kilovatio hora generado con solar dijo la anterior presidente ejecutiva del ICE, es un kilovatio hora que dejamos de producir y vender. Es decir, el ICE como monopsonio en generación eléctrica no va a permitir nunca la competencia de generadores privados, ni distribuidos, ni que sus abonados se conviertan en productores complementarios. El retraso del MINAE en reglamentar la ley 10086 vigente desde enero 2022 es una forma muy sutil y bien elaborada para retrasar su aplicación. Ya el matutino LA NACION comenzó a publicar una serie de reportajes en los que se explica como el país desaprovecha la energía solar y como ante ese enorme potencial desperdiciado seguimos siendo adictos y dependientes del petróleo. En realidad, no es el país el que desaprovecha dicho potencial, sino que es el ICE. Cientos de hogares y empresas privadas y publicas ya aprovechan la energía solar para autogenerar parte de su consumo eléctrico. Mientras el ICE solo genera diariamente 3 o 4 Megavatios hora con energía solar, la generación solar distribuida con potencia de 70 Megavatios instalada genera un promedio de 350 Megavatios hora diarios, es decir 100 veces más energía con recurso solar que el ICE. Tampoco el país es adicto al petróleo y sus derivados, simplemente son los productos energéticos importados y pagando altos impuestos que se venden en plaza a menor costo que la electricidad producida en suelo nacional.
El Futuro será más exigente en demanda energética
La firma del acuerdo de París, el ominoso cambio climático, nuestra dependencia del petróleo, la transición energética al auto eléctrico, la inflación importada, todos esos problemas tienen que ver con la sustitución de la gasolina por energía eléctrica. Y esa demanda de energía eléctrica a 30 años plazo ha sido cuantificada aproximadamente por la jerarquía del ICE en una duplicación o triplicación de la existente, es decir de 12 a 24 teravatios hora anuales adicionales a los 12 TWh que producimos hoy en dia. Y de acuerdo con el mismo ICE, no hay planes de generación a corto plazo para iniciar y enfrentar ese reto. Su deuda por US$ 4,600 dólares se lo impiden. Ya no es sujeto de crédito confiable ante la banca internacional, pues no acató a su debido tiempo las recomendaciones que su mayor financista el BID le ayudó a elaborar, las de introducir hasta 300 Megavatios de potencia en plantas con fuentes de energía renovables como son la eólica y la solar.
Una propuesta de solución
Pagar la deuda acumulada por US$ 4,600 no será tarea fácil con abonos de 300 millones de dólares anuales como lo viene haciendo el ICE pues le llevará más de 15 años. Introducir la generación solar centralizada de bajo costo para la demanda de la mañana seria competir contra sí mismo y contra sus plantas hidroeléctricas de alto costo marginal como son las de los embalses del río reventazón y del complejo ARDESA. La demanda de energía eléctrica a futuro tendrá que ser de bajo costo y los caros planes geotérmicos del ICE no contribuirán en absoluto a satisfacer esa demanda. Postergar el inicio de la transición energética no es de ninguna manera la solución para enfrentar nuestra demanda energética a futuro. ¿Cuál podría ser entonces la mejor opción actual para el ICE?
Aunque parezca sumamente irónico, la mejor solución para los problemas financieros del ICE es la venta parcial de su parque de plantas de generación eléctrica a los fondos de operación de las pensiones del país. Estos fondos están a la búsqueda de inversiones de muy largo plazo que sean sumamente confiables y con rentabilidad estable durante ese largo plazo y que contribuyan al desarrollo nacional. La compra de la planta de generación solar HUACAS en Nicoya por uno de esos fondos es la oportunidad que los demás fondos buscan.
Con la drástica reducción de su deuda, podrá comenzar de nuevo a invertir en plantas de generación de bajo costo de construcción y de bajo costo de operación y producción con el fin de enfrentar a futuro, la apertura del mercado de generación eléctrica y de un CENCE totalmente independiente del ICE, al servicio del despacho de energía bajo el estricto criterio económico, la energía de mas bajo costo primero y la de más alto costo marginal de ultimo.
Cálculo aproximado
El ICE posee más de 2,500 megavatios de potencia instalada en plantas de generación eléctrica. El valor promedio de esas plantas, muchas de ellas a punto de su repotenciación y overhaul completo, es de 2.5 millones de dólares por megavatio de potencia. De manera que por la venta de 2,000 megavatios de potencia le ingresarían por lo menos cinco mil millones de dólares, monto suficiente para pagar su deuda acumulada y para invertir en nuevas plantas solares centralizadas para competir en un futuro mercado abierto.
De esa manera el ICE volvería a ser un ente libre de deudas y con la capacidad financiera de volver a invertir en plantas de generación con recurso solar renovable del mas bajo costo unitario a nivel mundial, las cuales una vez construidas, podrían pasar a ser activos propiedad de los fondos de pensión nacional. Es decir, el ICE se convertiría en lo que ya es, un ente financiero para ganador, no perdedor como le ha ocurrido por haber invertido en plantas con recursos renovables cuando sus tecnologías no habían alcanzado la madurez ni el más bajo costo como actualmente lo han logrado. El ICE se anticipó prematuramente a esas inversiones y metió la pata que ahora tiene que sacar antes de hundirnos como sociedad con una producción de bajísimo nivel de competitividad.
El negocio de la operación de las plantas eléctricas adquiridas por los fondos de pensión es rentable a muy largo plazo, es decir, a 25 o 50 años plazo. Invertir US$ 2.5 millones de dólares por megavatio de potencia en una planta de generación eléctrica con el 40% de eficiencia, implica generar 365 días del año x 0.4 x 24 horas x 1 MWatts = 3,504 MWhora de energía anual, que vendida a precio competitivo de US$ 50 por MWhora (US$ 0,05 por kilovatio hora) produciría un ingreso bruto anual de US$ 175,200 por Megavatio de potencia en planta, el 7 % de rentabilidad anual.
Esta es una propuesta que sin lugar a duda tarde o temprano tendrá que valor el ICE, si desea volver a contribuir a desarrollo nacional.