Vladimir Putin ¿Demócrata o Republicano?
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 31 octubre, 2024
Josué Fernández Araya
Decano Ciencias Sociales ULACIT
Al finalizar la cumbre de los BRICS el pasado 24 de octubre, Vladimir Putin argumentaba que la relación de Rusia con los Estados Unidos depende de Washington “si ellos se muestran abiertos, nosotros lo estaremos también. Y si no lo quieren, no hay problema” – sentenciaba el líder ruso, a la vez que elogiaba la sinceridad del candidato republicano Donald Trump, por su expreso deseo de lograr la paz en Ucrania.
No es secreto para nadie la relación de admiración entre Trump y Putin, ni las propuestas del expresidente estadounidense para alcanzar una paz en el conflicto ruso-ucraniano. Solución que sin lugar a duda prevé un eventual acuerdo de sesión territorial y que en un contexto actual en el que Rusia controla un 20% del territorio ucraniano resultaría en una anexión en favor de Moscú.
Por otra parte, si entramos a analizar la conveniencia para Putin de una victoria ya sea de Donald Trump o de la candidata demócrata, Kamala Harris, se deben considerar algunas variables. Para esto es importante remontarse al 2016, cuando Trump asumía la presidencia, por primera vez en Estados Unidos. En ese momento Moscú mostraba importantes expectativas, tales como: supresión de sanciones en contra de Rusia o reconocimiento de la península de Crimea.
No obstante, un sabor agridulce dejó el gobierno de Trump para el Kremlin, si bien el republicano no se dedicó a sermonear al gobierno ruso sobre sus políticas expansionistas o temas de derechos humanos, Trump sí impuso sanciones más duras contra Rusia. En 2017 el republicano firmó una ley que establecía considerables restricciones a terceros países para hacer negocios con empresas rusas, particularmente al sector energético, pero, sobre todo, limitaba el tradicional derecho presidencial de eliminar sanciones, siendo ahora un tema que se debía consultar con el Congreso.
Por otro lado, Putin ha mencionado un respaldo a la candidata del partido demócrata, aunque dicho “respaldo” a Kamala Harris parece ser más una broma de mal gusto de parte del Kremlin que un favoritismo hacia la actual vicepresidente estadounidense. Ya que es bien conocido el apoyo de Harris a la causa de Ucrania, además de sus referencias al líder de Rusia como dictador y asesino.
Esencialmente si bien para Putin puede que un triunfo del partido republicano parezca una mejor opción, es claro que unas elecciones muy ajustadas, seguidas de resultados impugnados o puestos en cuestión, es decir un río revuelto, son un escenario óptimo para sus siniestros intereses. Unos Estados Unidos inmersos en caos, confusión y confrontación entre sus ciudadanos, resultaría en una menor atención en los asuntos exteriores, particularmente el urgente tema de la guerra en Ucrania y por ende una mayor libertad para Moscú de continuar con sus planes expansionistas.