Warner Rojas: “Comercio ha echado a perder la mística de subir el Everest”

Desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay se convirtieron en los primeros escaladores en la cima del Monte Everest en 1953, aventureros de todo el mundo han tratado de seguir sus pasos, lamentablemente, a finales de mayo, 11 personas murieron debido a un atascamiento en la cima por la cantidad de personas que pretendían completar el ascenso.

Pasó de ser el reto más grande del montañismo a un parque temático por la libre.

Warner Rojas, primer costarricense en subir el Everest y montañista profesional, aseguró que el conocimiento técnico de esta práctica le hubiera salvado la vida a más de una persona.

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El gobierno nepalí extendió los permisos a extranjeros, así como a los sherpas (pobladores de las regiones montañosas) y excedió la cantidad de personas ascendiendo al mismo tiempo.

Los alpinistas se vieron obligados a esperar en la nieve durante horas, a alturas superiores a los 8.500 metros, mientras su suministro limitado de oxígeno comprimido poco a poco se acababa y su energía se desvanecía.

“En ese momento del atasco se tomaron medidas incorrectas por falta de experiencia, lo correcto era devolverse, a esas alturas el cuerpo está muy expuesto y hubo hasta dos o tres horas, el cuerpo se destruye ahí”, comentó Rojas.

Al observar las imágenes que se viralizaron, una sola línea de personas esperaban algún movimiento.

Sin embargo, de haber tenido habilidades técnicas, se habría realizado un adelantamiento; o por el contrario, el regreso por un costado.

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“El comercio ha echado a perder la mística de subir el Everest, hay muchas personas que se preparan para subirlo sin ser montañistas ni tener idea de las otras montañas que hay, muchos lo hacen porque tienen los recursos económicos, que no está mal, pero desvirtúa la montaña”, agregó Rojas, quien subirá el Everest nuevamente en 2021 en conmemoración del Bicentenario de Costa Rica como República junto a la compatriota Ligia Madrigal.

Los montañistas veteranos que alcanzaron la cima hace poco describieron un ambiente al estilo de El señor de las moscas, con muchedumbres que llevaban enormes chaquetas de invierno, todos situados precariamente en la cima, empujándose y forcejeando para tomarse selfis, señaló el diario The New York Times.

Esta temporada ha sido una de las más letales en los últimos años.

En 2018 cinco escaladores murieron, en 2017 y 2016 fueron seis.

Varios funcionarios de gobierno en Katmandú, la capital de Nepal, dijeron que estaban analizando lo que había sucedido, y se estaban decantando por exigir que todos los alpinistas entregaran pruebas de su experiencia como escaladores y un certificado verificable de buena salud.