Zonas Económicas Especiales (ZEE) en China, motor del desarrollo y la creación de empleos
Óscar Álvarez Araya oalvarezcocr@gmail.com | Jueves 27 julio, 2023
Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en China constituyen uno de los mejores ejemplos exitosos de cómo realmente se reducen las tasas de desempleo y pobreza, no con discursos políticos floridos y cargados de buenas intenciones sino con políticas públicas de atracción de inversiones.
La actual República Popular China es un estado socialista dirigido por un partido único, el Partido Comunista Chino y una “economía socialista de mercado”, dirigida por el estado.
Sin embargo el pragmatismo chino les permitió experimentar con la creación de las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE) las cuales tienen principios típicos de una economía de libre mercado. Como dijera Deng Xiaoping: “No importa el color del gato lo que importa es que cace ratones”.
Las Zonas Económicas Especiales en China (ZEE) “son aquellas delimitaciones geográficas que gozan de políticas que ayudan al desarrollo económico de la región a través de la inversión extranjera directa”.
Fueron creadas entre 1978 y 1980 cuando el entonces mandatario Deng Xiaoping implementó una serie de reformas económicas y políticas conocidas como “la política de reforma y apertura”. Para poner en ejecución dicha política se crearon cuatro Zonas Económicas Especiales en Shenzhen, Zhuhai, Shantou y Xiamen. Estas zonas ofrecieron una serie de atractivos para los inversores extranjeros tales como: beneficios fiscales, exención de impuestos y aranceles, regulaciones más flexibles en comparación con el resto del país, infraestructura de alta calidad, servicios financieros eficientes y fuerza laboral capacitada.
Con dichas zonas China dio un giro hacia la liberalización económica y el desarrollo regional, impulsando la llegada de la IED, el crecimiento económico sostenido, la modernización de la economía y el desarrollo de la tecnología avanzada. Las ZEE se convirtieron en motores de las exportaciones y del comercio internacional y sobre todo de la generación de empleos para sacar a la gente de la pobreza.
Si China es hoy día la segunda potencia económica global y una de las más dinámicas y de mayor crecimiento en el mundo es en gran parte debido al éxito obtenido con la creación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE).
Sin embargo, recientemente el éxito indudable de dichas zonas se ha visto limitado por las tendencias mundiales recientes al Nearshoring y al Friendshoring desatadas durante la pandemia del COVID-19, la crisis de suministros y contenedores y la guerra comercial con los Estados Unidos.
Las ZEE en China se caracterizan por la colaboración entre el sector público y el sector privado, favoreciendo la investigación y el desarrollo y una mayor estabilidad para la inversión extranjera. Existen políticas flexibles con regulaciones que se caracterizan por un enfoque de producción y exportación.
Lo más destacable de las ZEE en China ha sido la creación de empleo, la reducción de la pobreza, favoreciendo una mejor calidad de vida y bienestar social de la población en las regiones en las que se encuentran. Asimismo han impulsado la competitividad del país, diversificando la economía y facilitando la transferencia, el desarrollo tecnológico y la modernización industrial.
Las ZEE también han representado retos para China, en cuanto a la insuficiente infraestructura, falta de capital humano y la inseguridad ante la protección de la propiedad intelectual.
La ZEE de Shenzhen es una de las más exitosas. Se trata de un centro económico y tecnológico con participación de numerosas empresas nacionales e internacionales. En 2019 el PIB de Shenzhen superó los 2,7 billones de yuanes (aproximadamente 388 mil millones de dólares), lo que representa una contribución al PIB nacional de China de alrededor del 3%.
Otras ZEE son las siguientes:
Zhuhai: Manufactura, logística y turismo.
Shantou: Manufactura, comercio y logística.
Xiamen: Tecnología, manufactura y comercio.
Hainan: Turismo, servicios e industria farmacéutica.
Pudong (Shanghai): Finanzas, comercio internacional y servicios.
El gobierno chino ha expresado su apoyo y estímulo a las zonas económicas especiales como parte fundamental de su estrategia de desarrollo económico.
El objetivo de las ZEE se centra en la atracción de inversión extranjera, impulso a la industrialización y mejora del crecimiento económico. Al principio se les vio como zonas experimentales para implementar reformas políticas y económicas de apertura. Pero ante el éxito observado el experimento se fue aplicando en nuevas regiones del país.
El gobierno ha implementado muchas medidas para atraer inversión extranjera directa y promover el desarrollo de las zonas económicas especiales. Estas medidas han incluido la reducción de impuestos, (no más impuestos), el acceso a infraestructuras modernas, la simplificación de los trámites o procedimientos administrativos, la protección de los derechos de propiedad intelectual y una mayor apertura al comercio internacional.
Asimismo, el gobierno ha establecido un marco legal y regulatorio claro para las zonas económicas especiales que proporcionan mayor flexibilidad y autonomía de decisiones, así como una mayor liberalización en comparación con otra regiones del país.
Han sido pragmáticos hacia las ZEE reconociendo que se han distinguido como políticas efectivas.
Sin embargo, los costos de producción y de mano de obra dentro de las zonas se han ido incrementando últimamente, y esa es una de las razones por las cuales algunos inversionistas europeos, estadounidenses y japoneses están relocalizando sus empresas hacia destinos tales como la India, Viet-nam, Tailanda y otros países del sudeste asiático.
La tendencia hacia el Nearshoring ha estimulado a algunos inversionistas a trasladar partes de su proceso de producción hacia países como México, más cercanos geográficamente hablando del gran mercado estadounidense.
En términos generales las ZEE cumplen con los principios de una economía de libre mercado y de capitalismo liberal y disfrutan de cierta autonomía en sus políticas y reglamentos. Sin embargo también es importante precisar que dichas zonas también están sujetas a la supervisión y dirección del gobierno central, como supervisor de las actividades económicas y financieras en todo el territorio de la República Popular china.
Pero sin duda las Zonas Económicas Especiales han jugado un rol fundamental en el crecimiento económico, en la creación de empleos, en la reducción de las tasas de pobreza, en el desarrollo económico y en la transformación de China en una potencia global.
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