Zonas francas emergentes se posicionan como una gran oportunidad de inversión inmobiliaria fuera del GAM

Aunque Costa Rica ha sido reconocida durante mucho tiempo como un destino atractivo para la inversión extranjera, especialmente en el sector inmobiliario y tradicionalmente, el Gran Área Metropolitana (GAM) ha sido el epicentro de estas inversiones, en los últimos años se ha observado un cambio hacia el desarrollo de proyectos inmobiliarios en regiones fuera del GAM, conocidas como zonas francas emergentes.

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De hecho, a nivel general, las zonas francas han mostrado un crecimiento constante en los últimos años, incluso durante la compleja situación derivada de la pandemia por la Covid-19.

“Este régimen especial ofrece ventajas competitivas significativas y facilidades logísticas para las empresas que se alojan bajo esta modalidad, lo que las convierte en destinos atractivos para los inversionistas y sin lugar a duda su impacto ha traído bienestar e impulso a la economía nacional”, afirmó Verónica Alfaro, directora ejecutiva del Consejo de Desarrollo Inmobiliario (CODI).

Grecia, Liberia, Orotina, Limón, Siquirres o la zona de San Carlos son algunos de los lugares, los cuales han emergido como zonas francas prometedoras, debido a su ubicación estratégica, recursos naturales y el potencial para el desarrollo de infraestructura.

“La inversión extranjera directa fuera del GAM ha experimentado un aumento significativo en los últimos años y las empresas internacionales están reconociendo el potencial de estas áreas y están invirtiendo en proyectos de gran envergadura. Según datos recientes, se estima que la inversión en estas zonas alcanzó cifras récord, superando los $500 millones en el último año”, añadió Alfaro.

De hecho, estas áreas presentan oportunidades para inversiones en diversos sectores, como la manufactura, servicios, tecnología, logística y por supuesto el turismo.

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“Costa Rica ha venido trabajando en mejorar la competitividad de las zonas fuera de GAM por medio de esfuerzos público-privados, atendiendo temas clave como educación, infraestructura y aumentar los beneficios para las empresas que decidan invertir en dichas zonas. Estos esfuerzos han empezado a dar frutos relevantes con más de 5,300 empleos directos generados, así como una cifra similar de puestos remotos, es decir de empresas instaladas en el GAM que emplean personas que viven fuera del GAM”, detalló José Ignacio González, de Cushman & Wakefield.

Sin embargo, a medida que las zonas francas, así como proyectos turísticos fuera del GAM se desarrollan, surge la necesidad de mejorar las condiciones generales para que los esfuerzos de inversión sean sostenibles en el tiempo.

“Entre los retos que debemos afrontar como país están generar más acciones para ofrecer mano de obra calificada, conectividad de alta velocidad, servicios básicos e infraestructura de transporte. La capacitación y educación de la fuerza laboral local se convierten en aspectos básicos para garantizar el éxito y el crecimiento de estos proyectos y su permanencia en el país”, enfatizó Alfaro.

Recientemente el Banco Central actualizó la proyección del crecimiento económico del país para el 2023, que pasó de 2,9% al 3,3%, lo cual en gran medida se debe al éxito de las zonas francas instaladas en el país. Siendo la inversión extranjera directa uno de los principales motores de la economía.

“Hoy más que nunca se hace necesaria una estrategia sólida y constante de promoción fuera de nuestras fronteras, que, con un enfoque integral y coordinado, permita alinear los esfuerzos de los diferentes actores claves, como las instituciones públicas, el sector privado y las instituciones educativas, como parte esencial de políticas públicas y regulaciones favorables que faciliten la inversión, promuevan la formación de las personas y fomenten la innovación”, finalizó Alfaro.